Emergencias 112 Andalucía, recuerda que los productos pirotécnicos no son juguetes y por eso se deben manipular siempre con toda la precaución posible y evitar que los usen los menores. Si lo hacen, que sea siempre bajo la supervisión atenta de un adulto. Además, han de comprarse en establecimientos autorizados, que cumplan todas las garantías de calidad y seguridad.
Los menores de 12 años no pueden manipular ningún tipo de elemento pirotécnico, a excepción de los pistones de percusión para juguetes. Los mayores de 12 años pueden usar solo los de categoría o clase 1 (bombitas, bengalas de palillo, surtidores o voladores). A partir de los 16 pueden manipularse los de clase 2 (ruedas, tubos silbadores, tracas, bengalas, soles o carcasas), mientras que los mayores de 18 pueden comprar y usar los de categoría 3.
La forma más segura de lanzar los petardos, bengalas, bombitas… es en el suelo, alejados de cualquier parte del cuerpo para evitar quemaduras y explosiones en las manos y/o en la cara. Bajo ningún concepto deben introducirse en papeleras, alcantarillas, latas, botellas o envases que pueden causar metralla y multiplicar los efectos dañinos de estos artículos.
En todo momento, debe respetarse la zona de seguridad y alejarse del petardo una vez prendida la mecha (los artículos con mechas más largas ofrecen más garantías de seguridad a la hora de encenderlos). En este punto, es fundamental subrayar que, si un petardo no enciende bien, no debe volver a ser utilizado, en esos casos, lo conveniente es dejar pasar treinta minutos y mojarlo con agua para evitar su explosión espontánea.
Lugares de uso
Antes de usar cualquier tipo de artículo pirotécnico, hay que leer bien las instrucciones del fabricante y seguir sus indicaciones en todo momento. Los petardos, cohetes y demás productos no deben guardarse nunca en los bolsillos, porque pueden provocar quemaduras graves debido a una combustión inesperada o en caso de acercamiento a una fuente de calor.
Para su lanzamiento lo más aconsejable son los espacios abiertos y seguros, alejados de zonas transitadas, viviendas, papeleras, mobiliario urbano y lejos de aglomeraciones de personas y animales. De esta forma se evitan incendios, daños materiales o sustos innecesarios; en ningún caso se deben arrojar petardos u otros artículos inflamables desde balcones o ventanas, ya que pueden herir a los peatones y provocar incendios en árboles, setos y otras viviendas. Tampoco desde azoteas porque al contacto con la ropa tendida pueden hacerla prender.