4000 aves buscan refugio en las torres de Marchena tras la tala de árboles de El Parque
José Antonio Suárez López
Unas 4000 aves, que se han quedado sin su dormidero habitual, por la tala de la arboleda de la finca El parque por parte del Ayuntamiento de Marchena para las obras de la ciclo-senda, han elegido los puntos más elevados y cercanos al Parque para dormir, como son las torres y espadañas de las iglesias del centro de Marchena, tal y como expresa Isaac Cortés, experto en aves del Taller Verde.
Se trata de un dormidero de aves, «que existen en muy pocos sitios» según este experto. Las aves, que se alimentan en el vertedero de La Puebla de Cazalla, eligieron hace alrededor de siete años la arboleda de la finca El Parque para dormir, aunque no es éste su sitio de cría, creciendo poco a poco el número de ejemplares hasta los cuatro mil según este experto. No en todos los lugares se pueden ver concentraciones de aves en este número. «Son aves comunes, lo que no es común es la cantidad de aves concentradas» explica Isaac Cortés.
Se pueden observar hasta grupos de mil aves de una sola vez «que puede verse como un privilegio o una curiosidad de la naturaleza que no se disfruta en todos los sitios. A lo mejor la gente piensa que eso es normal pero no lo es».
Ahora la preocupación es que tal cantidad de aves pueda causar daños a las iglesias y monumentos de Marchena que han elegido para dormir al perder su dormidero habitual en los árboles de la finca El Parque.
«Hasta ahora la finca El Parque ha sido un dormidero de invierno para alrededor de 4000 aves, unas 2000 grajillas, que es una especie de córvido y la garcilla boyera o espurgabueyes, o palomita del duque, de la familia de las garzas. Suelen estar aquí en la invernada «desde Octubre a Febrero» cuando suelen repartirse por las zonas de sierra. «Aqui se reúnen una cifra muy grande de grajillas, procedentes de toda la campiña sevillana. Se han detectado ejemplares anidados en Ecija y otros puntos.
«Aquí crían muy pocas, tanto de una especie como de otra» porque una población tan alta solo para Marchena seria insostenible. «Crían en zonas aledañas como las Lagunas de Lantejuela, el entorno de Doñana, etc, no es una población propia de aquí en esa cifra». Mientras que la garcilla si es propia de nuestra zona, la grajilla no lo es.
Vienen aquí porque han estado a gusto y no se les ha molestado hasta ahora» explica Isaac Cortés. «Esa población ha ido cada vez a más y ha llegado a reunir alrededor de cuatro mil ejemplares, es asombroso. Por la mañana antes del amanecer para el vertedero de La Puebla de Cazalla donde se alimentan y vuelven justo antes del anochecer» indica Cortés.
«Antes dormían casi todas en el parque y un pequeño número en la muralla, en arbolitos que están cerca de Santa María y ahora se están dispersando en San Juan, Santo Domingo y Santa María, lo que va a provocar en enfado de ciertos colectivos con razón, porque son animales, que defecan allí donde duermen y eso va a provocar concentraciones de excrementos que con los años pueden provocar daño en ciertos elementos históricos» indica Isaac Cortés.