Tras un 2020 sin movilización en la calle, CCOO de Sevilla y UGT Sevilla han reunido a
unas 6.000 personas en la capital hispalense con motivo del 1 de Mayo para exigir la
subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la derogación de la reforma laboral y de
pensiones de 2013, en una manifestación que ha contado con todas las medidas de
seguridad frente a la COVID-19.
Bajo el lema ‘Ahora toca cumplir’, la movilización partió de la Puerta de Jerez recorriendo
la Avenida de la Constitución hasta finalizar en la Plaza Nueva, reivindicando la deuda
que el país tiene con la gente trabajadora, especialmente con quienes desempeñaron
servicios esenciales cuando todo se paró, y recordando al Gobierno central que debe
retomar la agenda social pendiente y comprometida por el Gobierno central para mejorar
los derechos laborales y las condiciones de vida.
El secretario general de UGT Sevilla, Juan Bautista Ginés, ha manifestado que “el
Gobierno tiene que hacer frente sin demora a las necesidades de los ciudadanos. Esta
jornada, combina dos cuestiones. Por un lado, una cierta satisfacción por lo que hemos
hecho estos meses ya que, sin los ERTE, por ejemplo, ahora tendríamos miles de
parados en Sevilla, o, sin los subsidios para múltiples colectivos de trabajadores que no
los tenían, la situación sería mucho más complicada.
Pero junto a esa satisfacción relativa, también hay que decir que vamos a este 1 de mayo convencidos de que queda mucho por hacer y de que hay muchas personas que se han quedado en el camino.
Estas son algunas de las cuestiones que debemos solucionar en esta salida de la crisis
pandémica y económica”.
El secretario general de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, ha señalado que “este 1 de Mayo, después de un año muy duro para todos y todas, luchamos especialmente por esos hombres y mujeres que, cuando todo el mundo estaba en casa confinado, salieron a la calle con miedo, sin saber muy bien qué pasaba e incluso sin medios de protección, a desempeñar trabajos que hemos reconocido como esenciales.
Y, muchos de ellos y ellas, en condiciones laborales muy precarias. Ahora toca devolver los aplausos que les dedicamos, ese valor social que le atribuimos, en forma de reconocimiento efectivo, de recuperación de derechos, de salarios, de derogar de una vez una reforma laboral que
les explota y que les obliga a ocupar los escalafones más precarios de nuestra sociedad”.
Ginés ha añadido que “tenemos una situación inasumible con los servicios públicos. Los servicios de salud y los servicios sociales están desbordados y necesitan más trabajadores y trabajadoras para atender a la ciudadanía y garantizar el acceso a la salud a miles de personas que están en las listas de espera o que quieren acudir a su centro médico y no es posible.
Para UGT es importante recuperar la negociación y recuperar los derechos perdidos en ese sentido, la derogación de las reformas laborales es hoy una cuestión pendiente para solventar muchos problemas. Cuestiones como el hecho de que el sector financiero esté abusando de la ciudadanía con miles de despidos después de todos los recursos públicos dedicados a sanear este sector en la anterior crisis económica, tenemos que cambiar la legislación.
Hay que volver a causalizar el despido colectivo. Este Primero de Mayo tiene que servir para que el Gobierno reciba este calor de los trabajadores y las trabajadoras exigiendo que ahora toca cumplir, que es el momento de cumplir con los compromisos que tienen con la sociedad”.
Aristu ha sentenciado que “esta nueva crisis no la pueden pagar de nuevo los trabajadores y trabajadoras como ya sucedió con la anterior. En Sevilla hay casi 230.000 personas sin empleo y, quien consigue un trabajo, lo hace de manera temporal y precaria, manteniendo a muchas familias en una dramática situación que es necesario revertir.
Nos encontramos en un momento clave, donde está en juego si apostamos por una salida justa y democrática a una situación crítica de pandemia sanitaria, pero también de crisis económica y social, donde buena parte de la población de este país está en riesgo de perder incluso el acceso a las necesidades más básicas.
Hay un riesgo de incremento de la brecha de desigualdad, de clase, de género, territorial y
generacional, y por tanto estamos en un momento donde el diálogo social y aquellos que
gobiernan deben optar por una salida de la crisis justa con la gente trabajadora que más
se la jugó cuando más se le necesitaba Por eso volvemos a reclamar estabilidad en el
empleo y el refuerzo de los servicios públicos”.