Las ruinas del Convento de Santa Eulalia enfrenta un estado de abandono y deterioro casi irreversible con algunos elementos a punto de colapsar según los expertos. Es necesario establecer medidas urgentes como la instalación de una valla de seguridad para proteger a posibles visitantes del riesgo de derrumbe. Además, es fundamental trabajar en la catalogación y protección legal del convento. Fotos: jose Delgado.
El pasado Jueves las Jornadsa de Patrimonio, organizadas por Acupamar acogieron una conferencia para informar del Estado del proyecto de recuperación, y de las propias ruinas, en el que participaron Marcos Gavira, que ha hecho una reconstrucción virtual del inmueble y Manuel Guisado, presidente de la Asociación de Amigos de Santa Eulalia y María Alcaide que hizo una recopilación de documentación histórica asi como el presidente de Acupamar Jose Díaz Luque.
La falta de protección, la falta de interés de las administraciones, combinada con su ubicación en el campo dentro de una finca privada y el deterioro continuo, complica mucho cualquier intento de salvar el convento. Sin embargo, la asociación y los ciudadanos comprometidos están intentando, a pesar de las dificultades, poner a Santa Eulalia en el mapa del patrimonio local y buscar soluciones que eviten la pérdida definitiva de este bien tan valioso para la historia de Marchena.
El convento está sufriendo un deterioro severo, con restos de estructuras que están a punto de colapsar. El Convento de Santa Eulalia no cuenta con ninguna protección legal. No está catalogado ni registrado en inventarios de bienes patrimoniales. Tampoco está protegido por la normativa urbanística municipal, aunque hubo un avance y que el Ayuntamiento anunció su futura inclusion en el PGOU, que puede llegar tarde.
Actualmente, las ruinas del convento están en muy mal estado y representa un peligro inminente para cualquier persona que intente entrar. Debido a la falta de seguridad y e deterioro estructural de los restos, es extremadamente peligroso acceder al lugar. Desde la asociación de amigos de Santa Eulalia se hecho un llamamiento para que nadie intente entrar al convento. Se ha mencionado la necesidad de instalar una valla para evitar que personas curiosas entren.
Manuel Guisado expresó que «Marchena ya ha perdido suficiente patrimonio, y no puede permitirse el lujo de perder más». Por eso, el mensaje es claro: actuar ahora para preservar Santa Eulalia.
Precisamente uno de los muros que se encuentran en peor estado descanzan sobre la piedra romana del pedestal de Marco Cornnelio, clave en la historia de Marchena al demostrar que se trata de un municipio romano. Esta piedra fue usada vomo cimiento para el municipio.
El Arqueólogo Marcos Gavira presentó una reconstrucción virtual, que destaca por su llamativa torre de defnesa de catroce metros. Modelo basado en una recopilación de datos arquitectónicos y una comprensión profunda de la historia del convento. Esta aproximación visual ayuda a sensibilizar a la comunidad y a los posibles inversores o autoridades sobre la importancia de este patrimonio, creando una conexión tangible con el pasado.
La torre existía desde los primeros datos del entorno en el siglo XIV: una torre defensiva medieval a la que se le añadió una ermita y popsterior capilla de fábrica barroca. En 1420, cuando se funda el primer convento de Marchena y se entrega a franciscanos qllegados de Córdoba, la ermita de Santa Eulalia ya existía.
Ese año de 1420 el vicario general Alfonso Rodríguez cede la ermita de Santa Eulalia a Fray Juan de Santamaría y Fray Juan Mariana para establecer un eremitorio franciscano y posteriormente se añadieron nuevos elementos como un clasutro, una habitación donde los Duques pasaban Semana Santa o una biblioteca.
Según el inventario del archivo de fundaciones y noticias de Estepa, en 1420 la fundación del convento se basó en la existencia de la ermita de Santa Eulalia y una pobre celda construida sobre una torre. Esta torre parece haber sido un elemento defensivo preexistente, lo cual indica que el lugar tenía un propósito defensivo antes de la llegada de los franciscanos según expone el Arqueólogo marcos Gavira.
La eliminación de contrafuertes y elementos de soporte ha hecho que el presbiterio ya no esté en su lugar, y la estructura se ha visto comprometida, incrementando el riesgo de colapso.
Según el arqueólogo Marcos Gavira la torre del Convento de Santa Eulalia presenta características que podrían indicar que es una torre de alquería o una torre fortificada típica de la Edad Media. Se menciona que podría ser de origen almohade. Estas torres solían tener una planta baja maciza (es decir, sin habitaciones) y una planta superior donde había estancias a las que se accedía mediante una puerta elevada, típica de este tipo de construcciones.
Otra posibilidad avanzada por este eexperto es que la torre sea de origen cristiano, mandada construir por Juan Ponce de León en el contexto de la Guerra Civil Castellana entre Pedro I y su medio hermano Enrique de Trastámara (1366-1369). Juan Ponce de León apoyó a Enrique de Trastámara, y, tras la victoria de este, fue recompensado con favores. La torre se convirtió más tarde en parte del presbiterio del convento.
La reconstrucción 3D realizada por Marcos Gavira muestra cómo la torre original habría encajado con la estructura actual del convento. El modelo indica que la torre formaba parte del sistema defensivo de la zona, posiblemente relacionado con la villa de Marchena y su red defensiva.
PASOS DE LA ASOCIACIÓN EN DEFENSA DE SANTA EULALIA
Manuel Guisado, presidente de la Asociación de Amigos de Santa Eulalia aclara que su objetivo es conservar lo que queda del convento y evitar que se derrumben los muros actualmente existentes.
También expresa que el pedestal de Marco Cornelio, munícipe romano y augur municipal, debería ser rescatado y custodiado en el futuro Museo Municipal para su preservación. Alcara que actualmente se encuentra sin protección adecuada, lo que lo deja vulnerable a daños mayores.
El pedestal ha sufrido un deterioro considerable. En 2020 el pedestal estaba en buen estado, pero en 2021, cuando fue objeto de un estudio epigráfico por Sergio García Dils, ya había perdido una parte de su inscripción superior.
FALTA DE APOYO INSTITUCIONAL
Elproblema para evitar su desaparición sigue siendo la falta de apoyo institucional y la voluntad de los poseedores para colaborar en la conservación. A pesar de los intentos, la respuesta ha sido insuficiente, y es necesario un esfuerzo coordinado entre la comunidad, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para evitar que este valioso patrimonio se pierda para siempre.
Manuel Guisado expone la extensa historia del lugar como mayor argumento para su conservación, además de ser un yacimiento arqueológico medieval y probablemente romano ya que el culto a Santa Eulalia estuvo asociado a la expansión del cristianismo desde Mérdia al final del imperio romano. Además es un lugar de enterramiento ya que en su subsuelo están enterrados los frailes franciscanos y como toda iglesia y convento era lugar de enterramiento.
Manuel Guisado pone de relieve la posible existencia de un lazareto, en el cerro de la agonía, además de la rica historia de este enclave histórico vinculado con la Casa de los Ponce de León, la biblioteca perdida que fue una de las más importantes de España, y los personajes ilustres que pasaron por el convento como Fray Luis de Bolaños, conocido por su labor en la evangelización en Paraguay, San Juan Grande, conocido por su labor caritativa, Juan de Santorcaz, evageliador de Canarias.
Santa Eulalia
La asociación ha realizado múltiples intentos para involucrar a la Junta de Andalucía en la recuperación del Convento de Santa Eulalia. En 2022, se presentó una solicitud formal para la catalogación y puesta en valor y desde entonces han pasado más de un año y medio sin respuesta alguna. Se enviaron dos cartas al consejero de Patrimonio y a la Delegación de Cultura de Sevilla, pero el resultado ha sido igualmente infructuoso: no ha habido ningún tipo de respuesta, lo cual muestra una falta de interés y sensibilidad hacia este patrimonio lamenta Manuel Guisado, presidente de Amigos de Santa Eulalia.
La asociación está pidiendo a los propietarios que reconsideren su postura y que busquen una solución. La negativa simple sin aportar una alternativa no es una postura constructiva. Es fundamental llegar a algún tipo de acuerdo que permita mantener el convento, evitar que se derrumbe, y garantizar que este patrimonio sea accesible y disfrutable para las futuras generaciones.
