El pregonero de este año, Alfonso Rodríguez, nombrado por el Consejo de Hermandades de Marchena pertenece desde que nació a la Hermandad de la Santa Vera-Cruz «a la que me une una relación muy especial por mi padre, llegando a pertenecer a la Junta de Gobierno durante 12 años» explica. También es hermano de la Hermandad de La Borriquita. Desde 1985 es costalero, habiendo pertenecido a lo largo de estos años a distintas cuadrillas tanto de Marchena como de Sevilla.
-¿Qué significa para usted ser elegido pregonero de la Semana Santa de Marchena este año y si alguna vez pensaste en ser nombrado pregonero?
Parí mi significa un inmenso honor y a la vez una altísima responsabilidad pregonar nuestra Semana Santa. Nunca he pensado que algún día fuera nombrado Pregonero de la Semana Santa de Marchena.
-¿De los distintos aspectos del pregón, que importancia debe tener la conexión emocional con el oyente y como crees que se debe potenciar ese aspecto?
Desde mi punto de vista, el aspecto emocional en el pregon debe tener bastante peso. Al fin y al cabo se trata de transmitir sentimientos y lo ideal es que estos lleguen a los que lo escuchan. Para potenciar este aspecto ya es cuestión del pregonero. Cada persona tiene su impronta y su forma de expresar lo que siente.
-¿Cómo ve la inclusión de elementos nuevos o innovadores en su pregón sin alejarse de la esencia de esta celebración?
Pienso que un pregon puede estar abierto a la inclusión de elementos nuevos, siempre y cuando sean respetuosos y ello ayude a enaltecerlo.
¿Qué fuentes de inspiración ha consultado para la preparación de su pregón y cómo ha sido este proceso?
Mis fuentes de inspiración han sido cada uno de los Titulares de las distintas Hermandades, lo que me transmiten y los sentimientos y vivencias que he tenido a lo largo de los años. El proceso ha sido laborioso porque no me ha resultado fácil expresar con palabras todos mis sentimientos.
-Cada pregonero deja su huella a través de sus palabras. ¿Cuál es el mensaje central o la idea que le gustaría que resonara este año?
La idea central es que la celebración de la Semana Santa debe estar sustentada en la Fe cristiana.
-¿Cuáles considera que son los mayores retos al asumir este papel y cómo planea superarlos?
El mayor reto es llegar al corazón de los marcheneros. Para ello abriré el mío para que mis sentimientos sean los que hablen.
¿Cómo cree que ha evolucionado esta celebración a lo largo de los años y cuál es su importancia cultural para Marchena hoy en día?
Creo que el pregón, como acto en sí, se ha mantenido a lo largo de los últimos años sin apenas cambios significativos. Es un acto tradicional.
En Marchena el pregón de la Semana Santa tiene bastante peso, no solo para el mundo de las hermandades, sino para todo el pueblo en general.
¿Cómo vivía la Semana Santa de Marchena antes de ser pregonero y qué cambios ha notado en su percepción ahora que desempeña este rol tan significativo?
La Semana Santa siempre la he vivido de una manera muy intensa, debido a que participo en varias Cofradías, y en aquellas que no lo hago de manera activa lo intento vivir como un cofrade más.
Este año no va a ser diferente para mi en ese sentido, aunque es cierto que viviré momentos que antes no lo he hecho.
La Semana Santa es un evento comunitario por excelencia. ¿Cómo planea involucrar a los diferentes colectivos y hermandades en su pregón?
En el pregón estarán presentes los colectivos que rodean el mundo de las hermandades, y tendrán su mensaje.
¿Cómo imagina la evolución de la Semana Santa de Marchena en los próximos años ?
La Semana Santa ha ido evolucionando a lo largo de los años porque la sociedad va cambiando. En los próximos años imagino que también se irá adaptando a esos cambios, pero debemos procurar por todos los medios no perder nuestra idiosincracia y nuestras propias tradiciones porque eso nos da la singularidad que nos hace tener una Semana Santa tan excepcional como es la de Marchena.