Ana Belén Morejón, que perdió la visión recientemente por una degeneración macular, acudió ayer a la estación de Renfe de Marchena para retomar sus clases en la Once de Sevilla, cuando se encontró una barrera infranqueable. No puede acceder sin ayuda a los trenes Sevilla Málaga que han sido sustituidos por otros inaccesibles para personas discapacitadas.
«Cual es mi sorpresa. Me encuentro un tren tercermundista que en el siglo en que vivimos viene sin adaptar y con la rampa móvil rota, haciéndoseme imposible acceder al tren sin ayuda. Señores gobernantes, señores de Renfe yo no soy incapacitada, vosotros me lo hacéis ser» estalla Ana Belén Morejón en una carta que se ha hecho viral en redes sociales. «Por estos trenes inaccesibles me ha planteado dejar de ir a mis clases en la Once».
Los trenes que pasan por Marchena han sido sustituídos por la Junta de Andalucía, ya que se trata de un servicio financiado y gestionado por la administración andaluza. Los que había hasta ahora tenían un vagón adaptado para personas con movilidad reducida. Pero ya no están: se los han llevado a Extremadura durante el verano.
«Mi queja es que este verano han cambiado el tren y antes venían trenes adaptados, el vagón número dos tenía la puerta al nivel del andén de la estación, y estaba totalmente adaptado con cuatro asientos para personas con movilidad reducida que yo no tenía que subir escalones, me sentaba en esos asientos que estaban cerca de la puerta y yo jamás he necesitado a nadie», explica Ana Belén Morejón.
En su lugar han traído trenes antiguos que prestaban servicio en Extremadura, donde ya originaron multitud de protestas y que no están adaptados para personas con movilidad reducida. Ana Belén ni ninguna otra persona con silla de ruedas puede subir o bajar sola a estos trenes, necesita la ayuda de al menos tres personas, lo cual supone que la Junta de Andalucía y Renfe vulneran las leyes y la Constitución en materia de integración de personas con discapacidad. «Porque yo tengo derechos constitucionales que se me están negando por parte de la Administración».
«Con ayuda o sin ayuda yo voy a seguir usando el tren y todos los días que lo use voy a poner una hoja de reclamaciones. Yo tengo que coger tres veces en semana el tren. Y lo pienso coger como sea» explica Ana Belén Morejón.
«Esas escaleras de estos trenes, son difíciles de usar hasta para las personas que ven, por lo que yo os invito a que os pongáis una venda en los ojos y os subáis a esos trenes» explica Ana Belén «es imposible».
Estos trenes antiguos están causando retrasos contantes de hasta una hora de media en toda la línea Sevilla-Málaga, numerosas incidencias, protestas y quejas de todos los usuarios. Esto hace que coger el tren hoy en Andalucía sea una aventura y que si el tren sufre una de sus constantes averías, los pasajeros sean trasladados en autobus.
Cuando llegó a su casa llena de rabia e indignación, Ana Belén Morejón escribió una carta de protesta en Facebook que se ha convertido en viral.
«Llegué a una indignación grandísima, ya harta de llorar y de sentirme ninguneada, y puse la nota en Facebook sin tener idea de la repercusión que iba a tener».
«Yo no puedo subir ni bajar a ese tren sola, entonces me están quitando mi autonomía. Y yo puedo usar las piernas pero una persona en silla de ruedas, no. Esta claro que hay que hacer algo».
Además el servicio de ayuda de Renfe para personas con discapacidad, que se llama Atendo, no funciona en las estaciones pequeñas. «Yo ayer fui a Atendo, me harté de llorar y me dijeron que me quedara tranquila y me dijeron que ellos no tenían la obligación de ayudarme, pero que harían el favor de ayudarme porque son buenas personas y por humanidad. Entonces dónde está mi autonomía, es que me están coartando».