Así están viviendo los ciudadanos las primeras horas en alerta total por el coronavirus
José Antonio Suárez López
El ciudadano de a pié sigue haciendo su vida normal en la calle, con inquietud dentro de las restricciones, que cada vez más imponen los organismos oficiales locales, regionales y nacionales a causa de esta crisis del coronavirus; una situación a la que nunca antes nos habíamos enfrentado y que quedará para la historia.
En las farmacias se dispensan los medicamentos con los controles de seguridad establecidos. Algunas optan por vender a través de ventanilla y en otras solo se puede acceder de uno en uno, mientras los demás clientes tienen que esperar en la calle. Hace mucho tiempo que en las farmacias se han terminado las mascarillas y los geles hidroalcohólicos aunque la mayoría de momento no lleva mascarillas por la calle quizá por prudencia, quizá por no causar preocupación a los demás. Los que se han quedado sin gel optan por comprar jabón de glicerina y lavarse inmediatamente después con alcohol de romero.
Donde sí es obligatorio usar mascarillas -por cumplir los protocolos establecidos por las autoridades- es entre el personal sanitario dentro del Centro de Salud que ha atendido con normalidad toda la mañana.
El personal administrativo y sanitario en su mayoría usa mascarillas de fieltro. Pocos usan las mascarillas de plástico rígido o de válvula que son las que más protegen. Las personas que son alérgicos o han sufrido episodios de alergias en el pasado han podido guardar en sus casas estas ahora preciadas mascarillas. Hoy el mercado está desabastecido de este tipo de mascarillas. Tampoco tienen mascarillas las tiendas de ferretería y pintura.
Ayer fueron las hermandades las primeras en anunciar la suspensión de todas sus actividades previstas en la semana en curso, que son bastantes. Las hermandades están optando por decidir semana a semana qué hacer en función de la situación. También se suspende la presentación del programa de mano de La Revirá.
Hoy el Ayuntamiento ha emitido el comunicado cerrando edificios públicos y después han llegado en cascada los anuncios de empresas dependientes de la administración pública o empresas privadas.
La Cruz Roja ha cerrado el local de ocio Martia Joven, la empresa de suministro de agua Hidralia suspende la atención presencial en su oficina y atenderá por teléfono 955846200, mail y su web. Algunas empresas privadas también se suman a este modelo de atención online y por teléfono como Multigestión Sur.
La Plaza de Abastos sigue abierta aunque guardando las distancias de seguridad. De las superficies comerciales llama la atención las escenas repetidas en las mayores superficies donde se han repetido escenas propias del miedo como acopio injustificado de papel higiénico, sin que nadie se explique racionalmente porqué.
Tras el sobresalto de ayer, los vecinos de la calle Arenal vuelven a la rutina mientras los dos ciudadanos italianos siguen con la cuarentena en un piso de dicha calle.
Se confirma la necesidad de seguir fuentes oficiales y como en cualquier caso de crisis, se recomienda no propagar mensajes de whatsapp que fomenten el alarmismo injustificado, y cercionarse a través de los teléfonos oficiales de información habilitados para ello de la veracidad de una información. Las personas más ansiosas o inestables emocionalmente son las más proclives a difundir mensajes alarmistas.
Con todos los edificios y actividades de ocio, deporte, cofrades y culturales cerrados hacer ejercicio se confirma como una forma sana de eliminar estrés y no caer en la depresión.