El Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla ha
mostrado su respaldo a las quejas de los trabajadores y trabajadoras del Chare de
Morón de la Frontera por la realización de los test de la COVID-19.
60 personas trabajadoras (el 80% de la plantilla del centro) de todas las categorías
profesionales han firmado un escrito en el que rechazan el retraso con el que se han
llevado a cabo las pruebas (más de dos meses después del inicio de la pandemia) y la poca fiabilidad de estas: según el laboratorio que las vende, con una técnica adecuada sería del 70-80%, pero en la práctica no superan el 50%.
El Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla avisa de que, como denuncian las y los profesionales en su escrito, la técnica de toma de muestras es inadecuada por “órdenes de arriba”, pues se están haciendo con sangre capilar (pinchazo en el dedo) en lugar de utilizar sangre venosa y hacer la prueba sobre suero o plasma.
Los trabajadores y trabajadoras también critican el secretismo con el que se ha
pretendido actuar, pues en principio la dirección se negaba a informar a la plantilla del resultado de sus propias pruebas.
De la misma forma, recuerdan los trabajadores y trabajadoras y sus representantes sindicales que esa poca fiabilidad hace que las pruebas no sean adecuadas para fines diagnósticos: la propia Junta de Andalucía ha tenido que reconocer que su utilidad es solo para fines epidemiológicos.
Así, exigen que al personal sanitario se le hagan pruebas más fiables, como las que utilizan la técnica ELISA, que tienen más de un 90% de fiabilidad.
El Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla advierte de que “llueve sobre mojado en la mala gestión de la Consejería de Salud de la situación del personal de la sanidad durante la epidemia del coronavirus. A la falta de equipos de protección y el alto porcentaje de contagios del personal sanitario se suma ahora la mala gestión de las pruebas.
Y a todo ello, el triunfalismo con que se manejan las cifras, publicando a bombo y platillo el número de pruebas realizadas al personal de la sanidad y el bajo porcentaje de positivos, pero ocultando la baja fiabilidad de las mismas y la mala técnica de
toma de muestras”, concluye el Sindicato.