«Supone una incitación al odio y un lenguaje inadmisible en términos democráticos, especialmente viniendo de una representante del partido que actualmente gobierna España», agregan desde el Centro Wiesenthal, desde donde se considera «una noticia positiva que la señora Rubiales haya dimitido de su cargo, independientemente de los motivos que pueden haber movido dicha decisión», y aseveran que «la sociedad española no puede permitirse contar con representantes políticos que demuestran serabiertamente antisemitas».
De igual modo, el Centro Wiesenthal «se pregunta si la señora Rubiales es conocedora de los crímenes atroces de los nazis, centenares de los cuales encontraron cobijo en la España de Franco», y tras advertir de que, según «una reciente encuesta realizada por la Liga Anti-Difamación (ADL por sus siglas en inglés), España es el país con mayor prevalencia de actitudes antisemitas entre seis países estudiados de la Europa Occidental», este organismo concluye solicitando «a las autoridades y partidos políticos en España que dediquen mayores esfuerzos para erradicar el antisemitismo de la sociedad española, en línea con la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional del Recuerdo del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés), que ha sido adoptado por los países de la UE, incluyendo España».