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Cinco curas se rebelaron contra el Duque por el control del negocio del vino en 1736

Sus nombres eran Francisco Jiménez Fonseca, don Pedro Baena, don José Guerrero, don Jerónimo Carmona, don Francisco Román y don José Ramiro los cinco  presbiteros y el último de menores fue General de su orden, el documento no dice cual.

El negocio del Estanco de Duque con el control del vino de Marchena y Paradas se vió amenazado cuando cinco presbíteros pleitearon contra el Duque por el derecho a sacar vino y poner los precios.

Si el Estado de Arcos tenía el privilegio de traer el vino de fuera, cinco presbíteros o sacerdotes liderados por el cosechero y sacerdote José Salazar pleitearon en 1736 en nombre de la Iglesia y los labradores y cosecheros de vino de Marchena, contra el Duque por el privilegio de vender vino y de establecer el precio del vino rompiendo de esta forma el estanco o monopolio Ducal.

Viñas

Incluso enviaron escrito para que el Ayuntamiento de Marchena se sumara a su causa. También lo hicieron a la Catedral de Sevilla y apelaron a los tribunales del Reino.

El Duque de Arcos cargó contra los cinco clérigos, los acusó de usura, codicia y de defender intereses particulares y no generales y los acusó de ejercer «la violencia» contra los intereses del Duque. Incluso el Duque llegó a preparar un documento que entregó a todos los cargos del Ducado en el que desmontaba uno por uno todos los argumentos de los cinco clérigos y los acusaba de varios delitos.

 

EL NEGOCIO DEL VINO EN MARCHENA

El vino era un negocio estanco, es decir cerrado y controlado en Marchena por el Duque de Arcos. El vino era el principal negocio estanco en Marchena.

El único forastero autorizado a vender vino y montar tabernas en Marchena y Paradas era Fernando García Bueno vecino de ciudad de Sevilla que compró el derecho y estanco de vino de las tabernas en 1645  pagando 40.000 reales al Duque. Pero este negocio tenía una particularidad.

De Enero a Abril solo podían venderse en Marchena y Paradas el vino producido aquí y por los vecinos de aquí y en las viñas de aquí. En palabras del Duque «de los vecinos cosecheros de la villa de Marchena y Paradas» y el resto del año «acabado el vino de su cosecha se entra vino de fuera y se vende en las tabernas públicas». Era una época en la que mucha gente producía su propio vino y el vino era la bebida más consumida y barata. Mucha gente cenaba pan y vino y algo más.