El documental «Colón ADN: Su verdadero origen», emitido por RTVE, ha resuelto uno de los misterios más debatidos de la historia: el origen de Cristóbal Colón. Después de 22 años de investigación liderada por el forense José Antonio Lorente de la Universidad de Granada, se ha llegado a la conclusión de que Cristóbal Colón tenía origen judío.
Esta afirmación se basa en el análisis de ADN de los restos de Hernando Colón, su hijo, cuyos huesos están bien conservados en la catedral de Sevilla. Al estudiar el ADN de Hernando, se encontraron marcadores genéticos tanto en el cromosoma Y como en el mitocondrial que indican un origen sefardí, es decir, judío.
En el año 2002 comenzó este estudio ambicioso que ha tardado 20 años en obtener los resultados esperados. El forense José Antonio Lorente se propuso determinar dónde están enterrados los restos de Colón y cuál es su procedencia.
En 2003, se exhumaron los restos atribuidos a Colón que reposan en la Catedral de Sevilla, así como los de su hijo Hernando Colón, quien también está enterrado en el mismo lugar. El análisis de ADN comparó los restos de ambos y confirmó la relación padre-hijo, validando así que los restos en Sevilla pertenecen efectivamente a Cristóbal Colón. Esta prueba genética fue determinante para zanjar el debate sobre la autenticidad de los restos en Sevilla.
La conclusión del documental es que la hipótesis genovesa, que ha sido la más aceptada tradicionalmente, es cuestionada, ya que en Génova no había presencia significativa de judíos en el siglo XV, lo que haría menos probable que Colón proviniera de esa región. En cambio, los resultados del ADN sugieren un origen en el Mediterráneo occidental, posiblemente en zonas bajo la Corona de Aragón, como Sicilia o las Islas Baleares, donde había una mayor presencia judía
La investigación descartó otras teorías sobre su origen, como la de que era genovés, ya que en Génova no había una comunidad judía significativa en el siglo XV. Además, el documental sugiere que Colón habría ocultado su identidad judía debido a las persecuciones que sufrían los judíos en esa época, especialmente tras la expulsión de los judíos de España en 1492. Esto explicaría también por qué Colón nunca mencionó su origen en sus escritos y por qué su correspondencia se realizaba en castellano, sin influencias italianas, lo que contradice la teoría genovesa.
Dificultad en la obtención de restos:
Uno de los desafíos más grandes fue localizar y exhumar los restos auténticos de Colón, ya que hay controversia sobre si estos están en la Catedral de Sevilla o en la República Dominicana. Esta disputa ha existido durante 150 años. Finalmente, en 2003 se exhumaron los restos de la catedral de Sevilla, tanto de Colón como de su hijo Hernando, lo que permitió avanzar en la investigación.
Complejidad del análisis de ADN: El análisis de ADN de restos antiguos es un proceso técnicamente complejo. Los huesos exhumados estaban deteriorados debido al paso del tiempo, lo que dificultó la extracción de muestras genéticas viables.
El documental también detalla que muchos de los apoyos financieros que Colón recibió para su expedición provenían de conversos judíos influyentes, como Luis de Santángel y Andrés Cabrera, lo que refuerza la teoría de que Colón estaba vinculado a la comunidad judía.
MARCADORES GENETICOS
Cuando hablamos de «marcadores genéticos judíos» en el análisis de ADN de personas o restos, nos referimos a secuencias específicas de ADN que son comunes en personas de ascendencia judía, particularmente entre los judíos sefardíes o judíos asquenazíes. Estos marcadores son heredados a lo largo de generaciones y pueden proporcionar pistas sobre el origen étnico de una persona.
En el caso de los estudios que determinan origen judío, ciertos marcadores en el cromosoma Y se han encontrado con mayor frecuencia en hombres de ascendencia sefardí o asquenazí. Estos marcadores se denominan «haplogrupos» y permiten trazar migraciones y orígenes geográficos.
ADN mitocondrial: Este ADN se hereda solo a través de la madre, y se utiliza para rastrear el linaje materno. Al igual que el cromosoma Y, el ADN mitocondrial tiene sus propios marcadores genéticos específicos que pueden estar presentes en ciertas poblaciones étnicas. En este caso, puede mostrar si una persona tiene ascendencia materna judía.
Los estudios genéticos han identificado ciertos marcadores comunes en las poblaciones judías sefardíes que los distinguen de otras poblaciones no judías.
Por lo tanto, cuando en el documental «Colón ADN» se menciona que el ADN de Cristóbal Colón muestra marcadores compatibles con origen judío, significa que se encontraron patrones genéticos en su cromosoma Y y ADN mitocondrial que se asocian con las poblaciones judías, especialmente con los sefardíes. Esto ha sido interpretado como evidencia de que Colón pudo haber tenido ascendencia judía.
Exhumación de los restos
En 2003, se exhumaron los restos mortales de Cristóbal Colón de la Catedral de Sevilla junto con los de su hijo, Hernando Colón, y su hermano, Diego Colón. Este paso fue clave para obtener muestras de ADN viables para el estudio.
El equipo de científicos, liderado por el doctor José Antonio Lorente, llevó a cabo el análisis genético de los restos exhumados. Este análisis se centró en comparar el ADN de los restos atribuidos a Colón con los de su hijo Hernando. La comparación genética del ADN mitocondrial (transmitido por la línea materna) y del cromosoma Y (transmitido por la línea paterna) confirmó el parentesco entre Cristóbal y Hernando Colón, lo que permitió validar que los restos en Sevilla pertenecían al almirante.
El equipo también trabajó con documentos históricos que detallaban los movimientos de los restos de Colón después de su muerte en 1506. Esto incluyó su traslado a Sevilla, a Santo Domingo (República Dominicana) y posteriormente a Cuba, lo que había generado la controversia sobre el lugar de su enterramiento.
Ahora de manera rotunda, se puede afirmar que Cristóbal Colón está enterrado en Sevilla y es judío.