La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado este lunes a un hombre, que responde a las iniciales J.A.C., a una pena de dos años de prisión por apropiarse del dinero de la anciana a la que cuidaba en localidad sevillana de Marchena.
Según ha informado a Europa Press la representación legal del acusado, ejercida por el bufete Bonilla Abogados, tras alcanzar un acuerdo de conformidad entre las partes, la Sala ha dictado sentencia ‘in voce’ y ha impuesto al encausado la pena de dos años cárcel y le ha impuesto una indemnización de 73.000 euros. Igualmente, el tribunal ha decidido suspender la ejecución de la pena privativa de libertad con la condición de que se satisfaga la referida indemnización.
Inicialmente, la Fiscalía solicitaba una pena de cuatro años de prisión por un delito de apropiación indebida para el procesado si bien tras el acuerdo de conformidad ha modificado la calificación del escrito y ha rebajado su petición a dos años de cárcel, al considerar que es un delincuente primario, y al retirar la circunstancia agravante de relación especial que mantenía el acusado con la anciana.
De esta manera, J.A.C. tendrá que abonar 8.000 euros en un primer pago antes de un mes, para luego pagar los 65.000 euros a los herederos de la anciana, la cual falleció este pasado año, si los tuviera.
El Ministerio Público, en la exposición de los hechos de su escrito de calificaciones previas, indica que en 2015, el acusado «había asumido de hecho el cuidado de la anciana» –a quien en palabras de la defensa era «como una madre» para él–, por encargo de su marido, ya fallecido, y la administración de sus bienes, siendo cotitular en las cuentas bancarias.
En 2011, tal y como señala el Ministerio Fiscal, el acusado ingresó a la anciana en una residencia de ancianos en Arahal y que desde ese momento, «con ánimo de enriquecimiento injusto y aprovechando la amistad» con la anciana, ha venido «disponiendo del dinero» de la mujer «para fines propios» sin atender a los gastos de la residencia cuya cuota no pagó en 2014. Así, el dinero del que se había apropiado sirvió para el pago «de una hipoteca» de una vivienda.