Con noches tropicales y temperaturas mínimas que apeas bajan de los 27 grados es complicado dormir. Ante las altas temperaturas que dificultan conciliar el sueño o, cuando se consigue, lo fragmentan.
Para afrontar las noches tropicales es aconsejable tratar de respetar los horarios de sueño en la medida de lo posible; mantener la habitación entre 18º C y 20º; si se recurre al aire acondicionado, que el chorro no se oriente directamente hacia las personas y optar por una ropa de cama cómoda y ligera.
Además, se aconseja que las cenas sean ligeras, frescas y sin picante, así como no beber alcohol ni fumar. Darse una ducha de agua tibia justo antes de meterse en la cama también puede hacer que descansemos mejor.
La calidad del sueño es, una medida subjetiva, por lo que más que pautar una duración determinada para grupo de edad, la persona debe dormir las horas que necesite para ser lo más funcional posible al día siguiente. En caso de no conseguirlo, recurrir a una siesta de 20 minutos o menos es lo ideal porque más tiempo, puede resultar contraproducente.
Dormir bien es clave para tener una buena salud porque, entre otras cosas, condiciona un gran número de funciones cerebrales, regenera tejidos y beneficia al sistema inmunitario que defiende el organismo de infecciones. La falta de descanso o que no sea de calidad se asocia con más irritabilidad, menos productividad y sensación de cansancio y ansiedad.