Las Coplas a Jesús Nazareno que se interpretan en el Quinario
José Antonio Suárez López
En el XIX el patrimonio musical de las hermandades marcheneras se enriqueció gracias a las composiciones que dejaron grandes maestros para Jesús, Rosario, la Soledad, Dulce Nombre y Virgen de los Dolores que son las composiciones más antiguas que se conservan.
En el S. XIX se popularizó el canto de coplas e himnos a las principales imágenes de las hermandades y en Marchena se encargaron composiciones a los mejores compositores del momento.
De ellas aún se cantan las coplas a Jesús Nazareno y a la Soledad, (coplas a los siete Dolores de la Virgen que aún se cantan cada Cuaresma en el Septenario de la Soledad, compuesta por Hilarión Eslava) y se perdieron las coplas del Dulce Nombre y de la Virgen de los Dolores y del Rosario.
Las coplas a Jesús Nazareno pueden oírse hasta el sábado en San Miguel en el Quinario de Jesús Nazareno interpretadas por el coro de la Hermandad, lo que supone un gran esfuerzo debido a la dificultad técnica y a la calidad que requiere, por lo que solo es posible tras arduos ensayos.
Juan Ramón Gallardo, párroco emérito de San Juan destaca que aunque en el archivo musical de San Juan no queda suficientemente acreditada la autoría de las Coplas de Jesús Nazareno, su estilo e influencias apuntan claramente a Hilarión Eslava, compositor de fama nacional, maestro de música y autor de diversos libros sobre composición musical.
Este maestro ya trabajó en Marchena para la Hermandad de la Soledad y para San Juan donde compuso su famoso Miserere. Pedro Rodriguez Cortés es el autor de las Coplas al Dulce Nombre mientras que nada se sabe del autor de las Coplas a la Virgen de los Dolores.
En Marchena se conservan cinco obras de Pedro Rodríguez Cortés entre ellas las Coplas al Dulce Nombre también llamada Oh, suma bondad de Dios oara dos sopranos y bajo con acompañamiento de órgano. De esta composición se realizó en el año 1997 una versión para agrupación musical por Francisco Javier González Ríos y Rafael Soto, que posteriormente se incorporó al archivo musical de la iglesia matriz.
El último eslabón de esta dinastía familiar en el ámbito musical fue Luis Rodríguez Salvago, que nació 29 de agosto de 1878. Ejerciendo profesionalmente como organista contrajo matrimonio con María del Rosario León López en la parroquia de San Miguel, el 28 de diciembre de 1903. También fue director de la banda de música de los municipios de Marchena y de Arahal, falleciendo el 28 de junio de 1958 en la calle Santa Clara, número 20.
La ultima composición de esta serie de himnos es la salve a la Virgen de las Lágrimas que se canta al final del Quinario de Jesús ante la Virgen.