CRÓNICA: «Levanta del sillón y defiende tu pensión»
José Antonio Suárez López
TESTIGO DIRECTO/ CRÓNICA.
Eran las doce del mediodía en Marchena, cuando en la paz de las terrazas, un grito sorprendía a los más desocupados tomando cervezas. «Levanta del sillón y defiende tu pensión», gritaba el portavoz de la plataforma de jubilados de Rota que cruza los pueblos de España andando, en defensa de las pensiones. En el momento de pronunciar la palabra levanta, el jubilado que lleva el megáfono, imprime rabia y coraje al tono de su voz. Le sale del alma.
Piden una pensión mínima de 1084 euros. «El sistema público de pensiones no lo podemos perder», dice Angel Guerra portavoz de la columna Sur que camina con su mujer Dolores. En Madrid se unirán con la columna norte, para protestar ante el Congreso. Jamás pensaron que en su jubilación irían andando hasta el Congreso de Diputados a reclamar pensiones dignas. Caminan rápido, pronto dejan atrás a los que salen a recibirlos.
La quietud habitual de Marchena, se rompe por un momento. Caminan alrededor de veinte kilómetros al día, megáfono en mano para despertar conciencias. «Levanta del sillón y defiende tu pensión». «Yo me iría con ellos si pudiera», comenta un viejo luchador, ahora enfermo. «No me he enterado, si no, me hubiera unido a ellos» dice otra mujer. «Qué elementos» dice otro, «héroes», apunta un tercero. Quieren llamar la atención para concienciar a la población de los pueblos por donde pasan del problema que todos tenemos en torno a las pensiones.
Después de una vida trabajando estos jubilados son ignorados por los medios. Solo tienen su palabra y un puñado de convicciones que transmitir. Los albañiles que trabajan a esa hora, los miran estupefactos, y con desconocimiento. «Levanta del sillón y defiende tu pensión». Como no salen en los telediarios, nadie sabe quiénes son, ni qué piden.
Por eso el marchenero mira con incredulidad, -como si no fuera con ellos-. Dos señoras mayores salen huyendo, movidas por no se sabe qué miedo atávico, -e irracional- como si huyeran de su propia conciencia. «Levanta del sillón y defiende tu pensión». Es como si el miedo a quien protesta, -a quien se sale del plato- jamás hubiera muerto en lo más profundo de este pueblo.
Jubilados que reclaman su derecho y el de sus nietos, a recibir pensiones dignas, y públicas -no planes de pensión privados- en el futuro.
Por San Andrés, un bebé de la mano de una abuela, pregunta con ojos vivos, qué es todo aquello, y un policía que acompaña a la comitiva, se pregunta en voz alta si ese bebé llegará a saber algún día lo que significa la palabra «pensión».
Aplausos a su llegada a la Plaza del Ayuntamiento, que el del megáfono responde con un «gracias porque nos dáis ánimo para seguir».
Al rato un concejal despistado, -del gobierno para más señas-, baja cadenciosamente las escaleras, ajeno a todo aquel bullicio de pensionistas como si todo aquello no fuera con él, sale, y al rato vuelve a entrar en el edificio consistorial. «Levanta del sillón y defiende tu pensión».
Sin la presencia de ningún concejal -ni del gobierno ni de la oposición- aunque sí de personas de los grupos Andaluces 100%, Ganemos e IU y personas del PSOE a título particular. El poder no necesita ideología cuando tiene un sueldo vitalicio para cuatro años o más. Ni tiene ojos ni oídos para el que protesta con razón.
Tan solo aquellos que están lejos del poder sienten la rabia de los pensionistas. «Levanta del sillón y defiende tu pensión». Tan solo aquellos que tienen algo de sangre en las venas y una conciencia viva aún en el pecho.
Angel Guerra, portavoz de la Plataforma de Rota explica que se han incorporado a la marcha por las pensiones, hasta Madrid, personas de Granada, Málaga y Canarias.
Les han dado dinero en Arahal, donde han pernoctado en un pabellón cedido por el Ayuntamiento para pasar luego por Paradas. En ambos pueblos y en Fuentes de Andalucía donde llegaron pasada la una, ha sido recibidos por los Alcaldes, menos en Marchena donde la Alcaldesa ni está ni se le espera. Un ex alcalde de su mismo partido observa la escena, serio, hace unas llamadas, apenas habla. «Izquierdistas radicales». Aún resuenan las palabras de la Alcaldesa, contra la protesta de Renfe. Lejos de apoyar, el poder siempre tiende a perseguir a quien protesta.
Dos vehículos del grupo organización les sirven de apoyo, y en ellos llevan sobre todo ropa, comida, y medicinas, por eso no aceptan regalos de comida, más que lo necesario para el gasto diario. «Lo que necesitamos es que tomen conciencia del problema de las pensiones».
La marcha continúa mañana de Fuentes a Ecija y de allí se adentra en la provincia de Córdoba. Y así andando hasta Madrid.