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Cuando el imaginero Juan Bautista Patrone se convirtió en fraile Capuchino

La imagen del Cristo de la Humildad y Paciencia de Santa Clara de Marchena, se viene relacionando con  el escultor Patrone, desde que dentro de la piña apareció un documento al ser restaurado por Jesús Curquejo en 1996, con la inscripción “Mayorga-Patrone escultor” sin que se conozca con certeza si fue un autor de este nombre o fueron dos: Juan Bautista Patrone, con uno de sus colaboradores habituales, Mayorga, que pudo realizar la piña según algunas teorías.

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Recientemente ha sido atribuido tras su restauración a Patrone el Señor de la Humildad de la Hermandad de la Esperanza de Triana cuyas características comparte con el titular de la Hermandad de la Humildad de Marchena. Juan Bautista Patrone trabajó en el camarín de la Soledad de Cantillana junto con los entalladores José Mayorga y Manuel Cayetano da Cruz fechado en 1795. Hermandad adscrita a la Venerable Orden Tercera.

La imagen del Señor de la Humildad de la Esperanza de Triana. 

La imagen del señor de la Humildad fue trasladada a Santa Clara junto con la Virgen de los Dolores desde el convento de San Francisco en el primer tercio del XIX tras la invasión francesa.

Las características de su estilo son «Rostros ovalados de facciones marcadas, hondas fosas oculares complementadas con unos grandes ojos negros de pesados párpados, recta y alargada nariz, corto surco naso-labial y boca pequeña. Muestra el cabello suelto, moreno, distribuido mediante una raya central, unido de forma compacta en la parte del cuello, donde convergen grandes bucles ondulantes».

UN ESCULTOR GENOVÉS QUE FUE FRAILE CAPUCHINO Y LUEGO EMPARENTÓ CON UNA FAMILIA DE TALLISTAS SEVILLANA

Contemporáneo de Cristóbal Ramos, Blas Molner o Juan de Astorga, Juan Bautista Patrone es un escultor genovés descubierto para los investigadores en las últimas décadas, nacido en El Bultre, cerca de Génova en 1749 hijo de Jacobo Patrone y de María de los Ángeles Quartín. Su padre era un comerciante con negocios de ultramar.

Contó con una amplia clientela, entre las cofradías y parroquias de la ciudad de Sevilla y de toda su archidiócesis y pasó una temporada como fraile Capuchino antes de casarse e instalarse y casarse en Sevilla.

En torno a 1760  llegó por primera vez a Sevilla con su padre, pasando una temporada como escultor itinerante junto a su maestro a la edad de once años pasando por Málaga (1760-1764), y Cádiz  (1764-1769), donde se dejó influenciar por la escuela genovesa gaditana.

Cristo de la Vera Cruz de Aznalcázar
Atribuido a la escuela genovesa y más concretamente a Juan Bautista Patrone en el siglo XVIII, procesiona el Jueves Santo acompañado en el paso por una talla anónima de María Magdalena del XVIII.

Los Ponce de León potenciaron el papel de los genoveses en los municipios de su Estado, como Marchena o Cádiz, siendo numerosos los apellidos de origen Genovés al servicio del Duque de Aros en distintos momentos en Marchena como la familia Casanova, comerciantes de Cádiz, que vivían en la calle Santa Clara y tenían cargos públicos.

Convento Capuchino de Cádiz

«Terminó de tomar el hábito en la relixión de Capuchinos, cuya profesión la hizo estando su padre en Cádiz quién condescendió en ello, y habiendo sido admitida dicha pretensión, se dio la comisión por el Padre Mayor Provincial Fray Gerónimo Almonaster».

Fué fraile Capuchino pero solo algunos meses en 1779, en los tiempos en los que se iniciaban las misiones de Fray Diego de Cádiz.  En el convento capuchino de Cádiz vió la talla de San Fidel de Sigmaringa también de escuela genovesa.

Convento de Capuchinos de Marchena. 

En 1779, con treinta años, se instala y se casa en Sevilla, con María de los Ángeles Acosta, de una conocida familia de retablistas como Cayetano de Acosta, hija de Francisco de Acosta “El Mayor” y hermana de Francisco de Acosta “El Mozo” que se convierte en su cuñado, maestro mayor tallista del arzobispado sevillano con el que trabajó en numerosos retablos (San Martín de Sevilla,1827) y las parroquias de Villaverde del Río y Espera.

Al ser poco conocida, la obra de Patroni va poco a poco siendo descubierta y hasta ahora se le atribuyen imagénes como la  Inmaculada Concepciónde  Galaroza, 1798, un Cristo yacente de la Parroquia del Carmen de Sanlúcar de Barrameda. en 1799. San Juan Evangelista y Santa María Magdalena. Hermandad del Valle datados en 1799 y las Santas Mujeres de la misma hermandad en 1805, Jesús de la Humildad de Marchena, la Virgen del Carmen del Salvador de Sevilla y las Virgenes del Rosario de las Siete Palabras. Parroquia de San Vicente, Sevilla y de la Parroquia de Santa Ana Sevilla.

En el archivo de la Archicofradía del Valle de Sevilla aparece una intervención de Patrone en abril de 1801, recibiendo dinero por “la composición de la Verónica, poniéndole ojos de cristal, mas componiendo su cuerpo de candelero”, así como por otros arreglos de algunas figuras del paso. Contiguamente se anota el cobro de José Roso por “encarnar y pintar la Verónica”.

Entre las intervenciones que se han documentado en la imagen de la Virgen de la
Amargura, destaca la realizada por Juan Bautista Patrone, quien firmó el día 22 de marzo de 1832, un recibo por la “composición de los brazos de Nuestra Señora”, por lo que cobró el importe de 20 reales de vellón», según revela un documento conservado en el Archivo Histórico de la Hermandad de la Amargura.

ICONOGRAFIA DE LA HUMILDAD Y PACIENCIA

 

Erasmo de Rotterdam difunde esta imagen de Cristo como representación de un hombre ultrajado, que sufre pero se resigna, tiene paciencia y perdona mientras  San Ignacio de Loyola difundió esta iconografía, entre los jesuitas. Sin embargo, fueron los franciscanos y capuchinos sus propagadores. San Francisco escribió: “ no puede conocer el siervo de Dios los quilates de paciencia y humildad que tiene cuando todo sale a medida de sus deseos. Pero cuando llega el tiempo en que los obligados a contentarle y satisfacerle contrarían, la humildad y paciencia que entonces demuestra, ésa tiene, y no más ”.

El Señor de la Humildad, proliferó en instituciones asistenciales –hospitales, lazaretos para llevar a los desvalidos esperanza y resignación frente a la enfermedad y la muerte.

Sus primeras representaciones aparecen en grabados de Alberto Durero creó para la Pequeña y Gran Pasión (1510-1511), en donde aparece el Cristo Pensioroso. La iconografía incluía ya la cruz tendida en el suelo del Calvario, la túnica y dos sayones abriendo el hoyo de la cruz.

El Cristo de la Humildad y Paciencia de la Cena (Sevilla) tenía su propia hermandad en el XVI en el Hospital de San Lázaro fusionada con la hermandad de la Virgen del Subterráneo y, luego con la Cena en 1615. Hasta los años 30 el señor de la Humildad salía con dos sayones que cavaban el hueco de la cruz, quemados en 1936 y desde 1974, sale solo. El convento de los Terceros formaba parte del conjunto monumental de la Casa Palacio de los Ponce de León en Sevilla.