En los años treinta el negro Aquilino se hace famoso por sus conciertos por toda España presentando su creación del saxofón flamenco que llegó a actuar en la Feria de Marchena de 1930. Los negros no eran una anécdota en el flamenco y los toros, mas bien, su presencia es contínua en Andalucía desde principios del XV.
Entonces se inicia en Lagos, Sevilla, Cádiz y Lisboa el tráfico de esclavos africanos a quienes se suma a partir de 1820 los negros desterrados de América.
Aquilino Calzado González, era un cubano muy popular en España entre 1932 y 1940 por ser el primero que tocaba flamenco con el saxofón. Así, en su actuación en Sevilla de julio de 1932, Aquilino interpretó, entre otras piezas, fandanguillos, guajiras y milongas.
Pronto le salió un imitador Fernando Vilches El profesor, y la rivalidad entre ambos sería el objeto de duelos históricos que se prodigaron en las plazas de toros y ferias de todo el país.
Fernando Vilches Silva y nació Jaén el 29 de octubre de 1897, marchando a México exiliado al final de la guerra civil. Vilches, llegó a actuar y a grabar con Marchena, Valderrama, Sabicas y Ramón Montoya y en 1935, Vilches actuó en el Cine Montecarlo junto a Pena (hijo), Montoya, el Niño de Marchena. Vilches grabó cinco discos con Pepe Marchena en 1932, con las guitarras de Rafael Nogales y Montoya: pasodobles, fandangos y colombianas.
Aquilino solía actuar con un espectáculo de Estrellas Negras grupo compuesto por veinte profesores venidos de América que se integraron en un grupo de jazz llamado Estrellas Negras conducido por el director y bailarín negro Harry Flemming, que introdujo el jazz en España desde 1929.
El espectáculo, se componía de toreo, la actuación de una cuadrilla cómica y, finalmente, la actuación de las Estrellas Negras y y el negro Aquilino, conocido por “el Marchena del saxofón-.
Un espectáculo que no era original sino que era explotado por empresarios como Rafael Dutrús antiguo torero y responsable de la creación y auge de las cuadrillas cómicas, aunque en realidad estos espectáculos se venían repitiendo en la historia de España desde el siglo XVII.
NEGROS, TOROS Y FLAMENCO
Los negros participaban en espectáculos de toros y flamenco en España desde siglos atrás. Francisco de Goya documenta en 1816 los inicios del toreo a pie en su obra La Tauromaquia donde se puede ver desjarretadores y toreadores de a pie de tez oscura como el Indio Ceballos que antes protagonizaba espectáculos en Perú tal y como expone Jesús Cosano en su obra Las Negras de la Inmaculada en su destacable obra que pretende rescatar del olvido la aportación de los negros en la cultura popular española.
Con la llegada de Felipe V a España prohibiendo los toros en 1701, la nobleza abandona definitivamente el papel central de la fiesta nacional, buscando un entretenimiento mas acorde a los gustos del nuevo monarca francés y dejando paso a los esclavos toreros negros y moriscos, antes subalternos.
Felipe V prohibio los toros.
Cándido el negro de Chiclana es una de las primeras figuras del toreo a pie a quien acude el duque de Medinaceli en 1759 para una corrida en Madrid que festeja la llegada de Carlos III. Torea en la Maestranza de Sevilla cobrando 1000 reales de gratificación mas cuatro toros que le regalan, y en 1774 cobra 2.500 reales por torear más mil por banderillear.
Cádiz fue la primera ciudad en practicar el toreo a pie con corridas de toros organizadas por la Hermandades en 1747 y luego las autoridades deciden usar las corridas de toros para financiar obras públicas y así en el XVIII y XIX Cádiz, Jerez y El Puerto es la zona con más corridas de toros de toda España.
Una pintura de 1647 en el Museo de las Cortes de Cádiz muestra los primeros toreros de a pie en el barrio de Santa María toreando las reses que iban al cercano matadero.
Alrededor del 10% de la población de Sevilla y Cádiz era negra desde el auge de la esclavitud a principios del siglo XV y en el XIX los presos negros llegaban desterrados de América a la península por las guerras de independencia y llenaban las cárceles y las calles de España y cuando quedaban libres se buscaban la vida como podían y a menudo se enrolaban en compañías de artistas que practicaban a la vez el toreo y el cante.
Detalle de un fotograma de la película «Danse espagnole de La Feria Sevillanos». Hermanos Lumière, 1900.
Uno de los primeros negros que cantaba flamenco en 1874 fue Merik que recorrió España toreando y cantando flamenco. «El famoso mulato Merik cantará por lo flamenco y merece oírse según la opinión de quien lo entiende». Se estableció en Málaga con una taberna donde tocaba la guitarra y cantaba. Aparece en una fotografía de los hermanos Lumiere en la feria de Sevilla.
El tipo de música que practicaban los negros lo aclara el romance «Boda de negros» de la Biblioteca Nacional de España un pliego de cordel que cuenta una boda de negros en el Puerto de Santa María donde se cantaban fandangos, el Cumbé y bailaban el hueso y el zapateado «a lo guineo» y la cadena del Congo.
Lázaro el negro acompañado de la guitarra de Rafael el Cordobés bailaba el tango ñáñigo en Madrid en 1912 según el país de Madrid 12 de octubre de 1902. Los ñáñigos en Cuba proceden de la desembocadura del Níger y conservaban sus tradiciones africanas.
En 1784 aparece en Madrid un torero negro de Jerez, Ramón de Rozas que toreaba imitando a Mariano Ceballos, varilarguero que toreaba a caballo y a pie, ponía banderillas y cantaba.
José Cándido Expósito mulato abandonado frente a la casa de Expósito de Santa María del Mar de Cádiz en 1734. Inventó la suerte del volapié y divulgó la suerte del puñal y fue cantado en romances de ciego. El hijo de Cándido el negro llegó a dirigir la Escuela de Tauromaquia de Sevilla junto a Pedro Romero.
La negra María Gamboa, María Martínez negra cubana casada en Sevilla, tocaba la vihuela acompañada de El Planeta en 1829, tocaba la petenera americana y es conocida por introducir en Madrid la afición al tango.