Cuando la feria se extendía desde Santa María hasta la estación de Renfe
José Antonio Suárez López
Crónica de las corridas de toros de la Feria de Marchena aparecida en la publicación taurina Sol y Sombra. Septiembre. 1898.
«La feria de Marchena 1 de Septiembre. A paso de tortuga ó poco menos, andaba el inmundo carretón desvencijado, llamado burlescamente tren de recreo, que nos condujo á la antigua Marchena; pero eso nos ha proporcionado la ventaja de poder contemplar el panorama que á nuestra vista ofrecía la fértil campiña andaluza, envidia de propios y extraños. La máquina se rompió en el kilómetro 13, parando 30 minutos.
Antes de poner el pié en tierra, ya se contemplaba la feria, situada casi á los bordes del camino de hierro, con sus efluvios y llamaradas de sol tropical que derriten los sesos; su abigarrado conjunto es digno de ser trasladado al papel.
Por eso, aun á trueque de quedar aquí petrificados o derretidos, hacemos alto mi compañero D. Fernando Díaz y yo, para robar él con su habilidosa máquina un cuadro vivo de la feria de Marchena, y yo contemplarlo con entusiasmo, ya que no puedo describirlo con maestría.
Antes de entrar en el pueblo, á la izquierda, y dominando toda la feria, se levantan las ruinas de un severo castillo, que aún denuncia el derrumbado poderío del gran Duque de Osuna y señor de Marchena.
Esta es una villa que consta de dos partes: la antigua, que se conserva aún rodeada de fuertes murallas y torreones, y la moderna, que cuenta con calles espaciosas y edificios hermosos.
La feria este año ha sido de mucha más preponderancia que los anteriores, debido á la gran actividad y celo desplegados por el Alcalde D . Juan María Gonzálvez, hombre muy amable é ilustrado, merecedor de cuantas alabanzas le dedican sus convecinos.
Hemos visitado el castillo de la Mota, palacio que fué del Duque, en donde el señor Díaz, valiéndose de la cooperación del encargado del templo de Santa María de la Mota, nos hizo una artística instantánea á todos los que emborronamos cuartillas y que hemos tenido la feliz ocurrencia de venir á la feria de Marchena para dormir al aire libre.
Tal ha sido la afluencia de feriantes que en número de más de 400 nos pasamos la primera noche recorriendo las calles del pueblo y contemplando á la fantástica luz de luna las laberínticas calles de la parte antigua de la población y las anchas y limpias de la moderna.
A la corrida primera acudió regular número de aficionados y muchas y guapas marcheneras, luciendo hermosas mantillas blancas. Presidió el Sr. Alcalde y se lidiaron cuatro toros del reputado ganadero D . Antonio Halcón por las cuadrillas de Bombita y Guerrerito. El Sr. Halcón ha presentado cuatro bonitos ejemplares de su vacada, dejando le divisa de la casa á buena altura y su nombre entre el de los ganaderos andaluces de mejor cartel.
Tomaron los bichos 32 varas y mataron 11 caballos. El último fué un toro superior, muy duro y de gran poder, aunque llegaron casi todos quedados y recelosos á la hora de la muerte, debido á lo mucho que se apuran allí en la suerte de varas por exigencias del público, y á que les llaman la atención desde las jaulas.
Enrique Alvarez y Pulguita colgaron buenos pares, y Cigarrón agarró un gran puyazo. Bombita muleteó bien á su primero, y entrando mejor dejó una estocada con alguna inclinación, mereciendo aplausos. En su segundo, que fué muy castigado, abusó del trapo y lo remató regularmente.
En quites muy aplaudido Guerrerito trabajó por agradar, pero luchó con que su primero se tapaba, y el ultimo llegó quedado; sin embargo, estuvo breve é hizo algunos quites buenos. En resumen: una corrida en la que todos merecieron aplausos, especialmente el ganadero.
En la segunda corrida del 9 de septiembre extraordinaria animación en la plaza y muchas personas conocidas. La presidencia la componían esta tarde el Alcalde don Juan María Gonzálvez, el Teniente D. Manuel Zarzuela y el Síndico D. Andrés Pina, los cuales forman el grupo que está sentdo en la hermosa casa de primero, en unión de los señores Ruiz Martínez, Tassara, Halcón y Ternero.
Los toros de Miura muy bien presentados y cumpliendo como buenos; el último se creció al castigo y demostró mucho poder y bravura. También esta tarde se han lucido Cigarrón picando, en unión de Brazo fuerte. En banderillas ganaron palmas, Alvarez, Pulga y Veguilla.
Bombita ha estado muy valiente y alegre en quites; toreó con la muleta bien á su primero, al que le agarró una buena estocada escuchando una ovación por ello. Al tercero, lo muleteó regularmente, lo pinchó dos veces y acabó con una corta muy buena que le hizo doblar.
La muerte de este bicho, la brindó al Diputado á Cortes, don Ventura Ruiz Martínez. Banderilleó al cuarto, poniéndole un buen par al cuarto. Parrao, ha comprobado ante el pueblo de Marchena y en su auténtica plaza (recuerda aquellos tiempos de los torneos, que se celebraban en las plazas públicas), que su toreo es serio y clásico también; ha hecho muy buenos quites, especialmente el que hizo en una caída al descubierto al picador Torres, colocó al cambio un par, muleteó generalmente con arte, ciñéndose y parando y derribó á sus enemigos de dos buenas estocadas, cuyas faenas premió el público con merecidas ovaciones.
Puede darse como un hecho que Parrao es uno de los candidatos para el año venidero en Marchena. Después de la corrida, verificóse un banquete en el Círculo Liberal, al que tuve el honor de asistir como comensal, invitado por el Alcalde, que fué el anfitrión, componiendo el número de convidados, que ascendían á 24, los señores Ruiz Martínez (D. Ventura y don Francisco Ternero D. José y D. Antonio) Andrés Tassara, el Alcalde de Osuna y Primer Teniente de Alcalde, el Capitán Gallego, Vivar, D. Fernando Díaz, D, Franciso Oviedo, el diestro Bombita, Sr Piña y Zarzuela, Enrique Alvarez, banderilleando. D. Antonio Halcón y otros que no recuerdo.
A la una de la madrugada salieron para la hermosa colonia que en el término de Marchena, conocida por Monte Palacio, tienen los simpáticos hermanos Sres. Ruíz Martínez, con objeto de asistir á una encerrona n la que se lidiarían unos becerros del Sr. Halcón, no pudiendo yo acompañarles, á pesar de sus reiteradas instancias, por tener que regresar á Sevilla, en el tren que por Marchena pasa á las once y media de la noche. No terminaré sin enviar mi enhorabuena al distinguido Alcalde de Marchena, señor Gonzálvez y á cuantos le ayudaron para llevar á cabo unos festejos que han resultado tan lucidos y brillantes, colocando su nombre á la altura que so merece. Ah y muchas gracias á la expresada autoridad y á sus amigos por las inmerecidas deferencias que han guardado á mi. Nunca podré olvidar los dos dias’ que he pasado en Marchena… ni a las marcheneras. CARLOS L . OLMEDO. Sevilla. (Instantáneas de D. Fernando Díaz, hechas expresamente para SOL Y SOMBRA.)