La miniserie «La luz que no puedes ver» se estrenó en Netflix el 2 de noviembre de 2023. Esta adaptación de la novela homónima de Anthony Doerr, galardonada con el Pulitzer, fue dirigida por Shawn Levy y producida por Dan Levine y Josh Barry. La serie narra la historia de Marie-Laure, una joven francesa ciega, y Werner, un brillante adolescente alemán reclutado por el régimen de Hitler para rastrear emisiones de radio ilegales durante la Segunda Guerra Mundial. Los actores principales son Aria Mia Loberti, Louis Hofmann y Mark Ruffalo.
La serie consta de cuatro episodios de alrededor de una hora de duración cada uno, ambientados en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, específicamente en el periodo en que los aliados estaban bombardeando la ciudad de Saint Malo para derrotar a los nazis.
«La luz que no puedes ver» es una novela escrita por Anthony Doerr, publicada en 2014. La historia se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial y sigue las vidas de una joven francesa ciega llamada Marie-Laure LeBlanc y un joven alemán talentoso llamado Werner Pfennig. A medida que la guerra avanza, sus caminos se cruzan de manera significativa.
La radio fue una herramienta esencial para la transmisión de información y propaganda tanto para las fuerzas aliadas como para las del Eje. Los gobiernos y las fuerzas militares utilizaron la radio para mantener informada a la población y promover sus agendas políticas.
Las fuerzas armadas utilizaron la radio para coordinar movimientos, estrategias y operaciones militares. La capacidad de comunicarse rápidamente y en tiempo real fue vital para la ejecución de operaciones militares complejas.
La radio también se utilizó para la recopilación de inteligencia y actividades de espionaje. Por ejemplo, los operadores de radio interceptaban y descifraban mensajes enemigos para obtener información valiosa.
Los grupos de resistencia y los movimientos de liberación también utilizaron la radio para coordinar sus actividades, difundir información y mantener el contacto con las fuerzas aliadas. Los transmisores de radio clandestinos eran particularmente importantes para estos grupos.
La guerra impulsó el desarrollo y la mejora de la tecnología de radio, lo que llevó a avances significativos en la comunicación electrónica que tendrían un impacto duradero mucho después del conflicto.
Se transmitieron programas de radio específicos para mantener la moral alta entre las tropas y la población civil. También se utilizaban para transmitir mensajes codificados a la resistencia en los territorios ocupados.