El voto de Santiago era un impuesto o diezmo eclesiástico que pagaban todos los españoles al Obispado de Santiago de Compostela para su financiación y que se sumaba al diezmo eclesiástico desde época medieval hasta que fue abolido por las Cortes de Cádiz en 1812. Volvió a entrar en vigor durante el franquismo solo a efectos simbólicos.
Consistía en el pago anual de una medida de pan, diferente según las zonas, y otra de vino, si se producía, por parte de los agricultores para el sostenimiento del culto al apóstol Santiago y del clero de su catedral.
Esta obligación impositiva nace de un hecho milagroso; la supuesta ayuda del apóstol Santiago al bando cristiano en la batalla de Clavijo (La Rioja) en el año 844. Desde entonces se pagaba a Santiago una parte de los botines de guerra contra los moros como si hubiese participado en la batalla. La costumbre se hace ley por Ramiro I, y luego por Felipe IV según Ofelia Rey Castelao de la Universidad de Santiago de Compostela.
En Marchena también se pagaba el voto de Santiago y hubo numerosos caballeros de la orden de Santiago tal y como prueban varios documentos con mayor profusión en el XVIII, convertido ya entonces en un símbolo de prestigio relacionado con el Ducado de Arcos y favores económicos, perdiendo su sentido primitivo.
En Febrero de 1766 el Caballero de Santiago Juan Francisco Eneris Ansoti y de Castro, -de padre riojano y madre gaditana- natural de Sevilla, del Consejo de Su Majestad y Oidor de la Chancillería de Granada, juez privativo de las rentas del voto de Santiago, declaró exentos de alcabalas, cientos, y cualquier otra contribución de granos en Marchena a los caballeros pertenecientes a dicho voto.
La familia más notable de la orden de Santiago en Marchena fueron los Calderón de la Barca, uno de los cuales fue obispo de Toledo.
En Marchena fue nombrado caballeros de la orden de Santiago Guiterre Calderón de la Barca y Hurtado, natural y vecino de Marchena, (1705).
Tomás Calderón de la Barca Perea nació en la villa toledana de Orgaz en 1714, caballero de la orden de Santiago, ayuda de cámara del Rey, Justicia y Alcalde ordinario de la Villa de Orgaz nombrado por el duque.
José Calderón de la Barca nació en Marchena en 1686 y se trasladó a la villa toledana de Orgaz para casarse con Isabel Perea. Tomás Calderón de la Barca se casó en Sevilla en 1613 con Basilia de Ayala y se instalaron en Marchena para ser Alcalde Mayor de Marchena además de Gobernador General del Estado de Arcos. En Marchena nació Tomas Calderón de la Barca casado con Manuela Hurtado, de Sevilla. Al igual que toda su familia fue caballero de Santiago, justicia de la villa de Orgaz, alcalde del estado de Orgaz y Alcalde de la Santa Hermandad o Inquisición.
Caballeros de Santiago en la villa de Marchena Luis Ponce de León, caballero de orden de Santiago, y pariente del Duque, fue nombrado por el duque Regente de la Vicaría de Nápoles, el mayor cargo político del Virrey y Duque de Arcos. Tras perder a su mujer ingresó como sacerdote. Diego Carrillo de Mendoza señor de Montejaque y Benaoján, caballero de la orden de Santiago fue capitán de la guardia del Duque de Arcos que era el principal cargo militar del Virrey de Nápoles.
Rodrigo Ponce de León (1602 – Marchena, 1658) IV duque de Arcos y grande de España, hombre de estado español, fue virrey de Valencia y en 1646 virrey de Nápoles donde hizo frente a una revuelta popular.
En 1640 Baltasar de Saavedra y de Campuzano, natural de Marchena ingresa en la orden de Santiago. Pedro de la Barrera y de Melgar, natural de Marchena, Capitán de Caballos Corazas ingresó en la orden de Santiago en 1648.
En 1662 pasa a formar parte de la orden Manuel de Villegas y Marchena López de Orbaneja, natural de Marchena. En 1732 María Margarita de la Hoz y Nieto, natural de la villa de Marchena contrae matrimonio con Juan Antonio Higinio de Ovalle Prieto, caballero de la orden de Santiago, regidor perpetuo de la ciudad de Salamanca.