Cuando Pepe Marchena fue detenido en Barcelona por bromas del público
José Antonio Suárez López
Según La Voz del 3 de Junio de 1927 El Niño de Marchena fue detenido por negarse a seguir cantando en el Teatro Circo Barcelonés, después de recibir bromas del público y encajarlas de mal grado.
Según La Voz “Al salir al escenario el público le pidió que cantase «El pobrecito don Simón», a lo que accedió el Niño, que comenzó a cantar la citada copla, al mismo tiempo que a su alrededor caían numerosas monedas de cobre de cinco y de diez céntimos» seguido de bromas generalizadas. El Niño, molesto, -hizo bajar el telón y desapareció del teatro seguido de bronca del público, e intervención de la Policía para calmar los ánimos y evitar violencias. Salió otro cantaor pero el público seguía protestando. “Por ello se ordenó la detención del Niño de Marchena, el cual fue hallado de madrugada y conducido a la Jefatura de Policía. A mediodía aún no se había decidido si llevarle a la cárcel o imponerle una multa».
PEPE MARCHENA CONTRIBUYÓ A POPULARIZAR EL FLAMENCO
En el Heraldo de Madrid R. Solis, un redactor confesaba en Enero de 1929 que los espectáculos de Pepe Marchena, contribuyeron a difundir la afición al flamenco en Madrid.
“Hasta que se estrenó «La copla andaluza» no sabíamos distinguir un fandanguillo de unas soleares y desconocíamos en absoluto el sentimiento que hace falta para arrancarse por una «media granaína». Pero estrenóse la citada obra, y asíduos concurrentes al Teatro Pavón, influídos por el ambiente de la comedia de Quintero y Guillén, poco a poco se ha ido infiltrando en nosotros la afición al llamado cante «jondo» y el caso es que este venenillo que ha comenzado a circular por nuestras venas se ha extendido por toda la ciudad, y hoy día preocupa seriamente a todos los madrileños”.
CRITICAS AL FLAMENCO EN BARCELONA
El cronista catalán Ángel Marsá se sorprendía en enero de 1929 de la “fiebre flamenca” que era en su opinión ajena a la cultura catalana. “Un pueblo como el nuestro, tan atento a los latidos de la modernidad más rotunda, el jazz, los deportes y la goma de mascar, no puede en manera alguna, si quiere permanecer fiel a su filiación espiritual, entusiasmarse con este torbellino quejumbroso del cante jondo”. Sin embargo el propio Pepe Marchena afirmaba en una entrevista a Arunci, Revista de Morón, en diciembre de 1956 que sus mayores triunfos se dieron en Barcelona donde también sufrió sus mayores contratiempos iniciales y fue detenido en 1927.