La fotografía más antigua de Marchena es una imagen de la Soledad de1861
José Antonio Suárez López
La fotografía se inventó en Francia en 1839 y pocos años después un nutrido grupo de viajeros fotógrafos franceses e ingleses recorren España impartiendo clases de fotografía a los españoles.
Uno de los primeros fotógrafos de los que se tiene noticia que visitó Marchena fue Ludvik Tarzensky, “Conde de Lipa” (1793-1871) que fotografió a la Soledad en 1861.
Capitán polaco, se levantó contra el zar ruso en 1830 y tuvo que huir a Francia y luego a España, donde fue fotógrafo de las reinas de España y Portugal. En el 31 fue el responsable de reunir información sobre los refugiados polacos en Francia y tuvo que hacer frente a acusaciones públicas contra su honor militar y otros dicen que fue espía. Del 31 al 39 fotografía el Museo del Louvre.
Además del primer maestro que tuvieron los fotógrafos de Andalucía vendía cámaras y utensilios fotográficos que importaba de Francia y destaca como retratista. En 1843 defendió la ciudad de Sevilla del ataque de Van Halen en las guerras carlistas por lo que la reina lo nombra caballero de la Orden de Isabel II. En 1844 se casa en la parroquia hispalense de San Vicente. En El Puerto de Santa María (1845-47) era profesor de esgrima y nace su hija Mayor. En el 47 instala en Málaga el primer estudio de daguerrotipo.
En 1861 instaló una escuela de fotografía en la calle Mármoles 9 de Sevilla según el diario El Porvenir del 21 de junio de 1861, año en que participa en tertulias literarias de la ciudad recitando una Oda a Polonia. Realizó una exposición fotográfica en 1862 en Sevilla con motivo de la visita de Isabel I y luego abre un estudio fotográfico en Córdoba para trasladarse hasta el 64 en Jaén donde llega acompañando a la Reina y luego da clases en Jaén a Amalia López, la primera mujer fotógrafa.
Realizó una serie de fotos de las vírgenes más conocidas de la provincia: Consolación (Utrera) Valme, (Dos Hermanas) Virgen conservada en San Eutropio Paradas y la Soledad de Marchena. En 1866 se convierte en fotógrafo oficial de la reina, se instala en la calle Atocha de Madrid y fotografía la primera piedra de la Biblioteca Nacional de España. Al año siguiente se instala en Zafra donde muere con 77 años no sin antes patentar en Cáceres las tarjetas con vistas de monumentos.