El caso del fraile judío Diego de Marchena fue famoso en toda España a finales del siglo XV y los expertos creen que tuvo influencia en allanar el camino hacia la decisión final de la expulsión de los judíos de España por los Reyes Católicos por el peligro que suponía que los judíos siguieran practicando su religión dentro de los conventos cristianos lo que provocó un gran escándalo que hizo temblar los cimientos de la iglesia en España.
Fray Diego de Marchena fue un fraile Jerónimo nacido en Marchena confesor del Monasterio de Guadalupe juzgado y condenado a muerte por judío en 1485. Su madre y hermanas todas de Marchena fueron prendidas en el Castillo de Teba cuando huían a Málaga para pasar a tierra de moros a volverse judías. El pidió limosna diez años para liberar a su familia y cuando lo consiguió las llevó a vivir a Guadalupe.
Fr. Diego tenía fama de ser judío y defensor de los conversos, entre los que estaba bien considerado. Las pocas veces que decía misa, lo hacía “por conplir con la capellanía” (AHN 2160, f. 9r). La sentencia fue ejecutada el martes 2 de agosto de 1485 siendo quemado en la plaza de Guadalupe.
