Directo: Toma de posesión del nuevo Arzobispo, que destaca la labor de las hermandades
José Antonio Suárez López
José Angel Sáinz Meneses, el nuevo Arzobispo que toma hoy posesión, destaca el papel de las hermandades para la transmisión de la fe.
«Hace 50 o 60 años todo giraba en torno al complejo parroquial, la fe en la parroquia. La transmisión de la fe en la misma familia es muy difícil, cuesta mucho y se pierde. En las hermandades, ves a los niños, jóvenes, adultos, mayores, la transmisión de la fe se da como se daba antes con nuestros mayores, cuando no había televisión. En las hermandades, la transmisión de la fe se va produciendo y eso es algo importantísimo» destaca en una entrevista publicada por la web oficial de la Archidiócesis.
«La hermandad no es folclore de un día al año, sino que dentro de las hermandades hay vida espiritual que se fomenta en la interioridad y la vida de oración. Está también la acción caritativa y social, hay obras sociales de las hermandades que son impresionantes, por lo tanto, mucho respeto y mucho cariño a las hermandades» expresa el nuevo Arzobispo.
Su primera impresión sobre Sevilla, la define como grandeza. «Visitas la Catedral de Sevilla, grandeza. El Palacio Arzobispal, grandeza. Los santos más significativos de la historia de Sevilla, grandeza; la vida de las hermandades, grandeza. El Seminario Metropolitano, grandeza, porque 55 seminaristas hoy día, es una bendición. Profundizo ahora en la vida de san Leandro y san Isidoro, son grandes. Fernando III, el santo, la repercusión y trascendencia histórica de su vida, el beato Spínola, santa Ángela de la Cruz…».
Tras su paso por el Seminario Menor de Barcelona, Sáinz Meneses fue ordenado en la Catedral de Toledo. Su padre era agricultor, «tenía tierras, olivos, viñedos y tierras blancas, donde sembraban trigo y cereales» y su madre le transmitió su amor por el rezo. «Me sabía las Letanías a la Virgen, de memoria, porque se rezaban cada noche y a un niño pequeño se le graban más rápido las cosas».
Fue monaguillo en Cuenca, recuerda la parroquia de su pueblo natal, Sisante, en cuyo convento de clausura de las monjas clarisas, está la imagen de Jesús Nazareno, esculpido por Luisa I. Roldán (La Roldana).
Con 17 años, le impactó la labor de los Cursillos de Cristiandad donde le impactó cómo «los laicos hablaban de Dios, hablaban de cosas espirituales y hablaban desde el testimonio y la experiencia. Me impactó tanto, que me incorporé al Movimiento» de los cursos de cristiandad que aún se celebran en Sevilla.
En Toledo fue párroco de ocho pueblos, tres de Toledo y cinco de Ciudad Real, después hice la mili en León, como capellán en el Hospital de Valladolid. En el año 2000 fue nombrado secretario general y canciller del Arzobispado de Barcelona en junio del 2004 obispo de Tarrasa.
Con la juventud, ha trabajado mucho en las parroquias y luego en la Pastoral Universitaria, ocho años, «Del 2001 al 2008 me eligieron presidente de la Comisión de Seminarios y Universidades».
Con la Pastoral Penitenciaria, en Cuatro Caminos, celebró la Misa de Navidad en la cárcel. «La Pastoral Penitenciaria no se trata de ir a visitar a los presos, es prepararlos, organizar ámbitos de acogida para que no reincidan, y acompañar a las familias, a las parroquias donde van a ir a vivir, es decir, al final, un centro penitenciario tiene que ser como una parroquia, donde enseñar, santificar y gobernar, se pone en práctica».