Ecologistas denunciarán en la UE el «desmantelamiento» de la ZEPA, en Marchena y campiñas de Sevilla
José Antonio Suárez López
Ecologistas en Acción de Sevilla prepara una queja a la Comisión de Peticiones de la Unión Europea por la transformación de miles de hectáreas cerealistas en olivar superintensivo en Marchena y campiña sevillana.
La Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) es una categoría de área protegida catalogada por los estados miembros de la Unión Europea como zonas naturales de singular relevancia para la conservación de la avifauna amenazada de extinción, de acuerdo con lo establecido en la directiva comunitaria 79/409/CEE.
Ecologistas en Acción ya denunció a la Junta de Andalucía por deficiencias en el proyecto de impacto ambiental al construir un viaducto del tren de alta velocidad en la laguna de Ojuelos, por afectar a las aves incluídas en esta ZEPA logrando que los tribunales le dieran la razón y sancionase económicamente a la Junta de Andalucía.
Dentro de los términos de Osuna, Écija, Marchena y La Lantejuela existe una ZEPA declarada mediante Decreto 429/2008, de 29 de julio, porque su paisaje de campiña cerealista típica incluye uno de los principales núcleos de avutarda (Otis tarda) de Andalucía, con un contingente del 25% sobre el total de macho andaluces, el más importante de la subpoblación del valle del Guadalquivir. También existe un variado número de especies vinculadas al hábitat estepario y con una de las mayores densidades por hectárea entre las que se encuentran el sisón (Tetrax tetrax), ganga ortega (Pterocles orientalis), aguilucho cenizo (Circus pygargus), cernícalo primilla (Falco naumanni), alcaraván (Burhinus oedicnemus), calandria (Mimus saturninus) y canastera común (Glareola pratincola).
«Solicitaremos a la Comisión que proceda a incoar los correspondientes expedientes sancionadores y de reversión de aquellas parcelas que haya obtenido autorización para transformar el cultivo que estén contribuyendo al deterioro del paisaje que dio lugar a su inclusión en la Red Natura 2000».
Sin embargo, todo este paisaje vulnerable está en peligro debido a la masiva petición (y posterior concesión) de transformación de cultivos herbáceos a leñosos (principalmente olivar), y por lo tanto, la supervivencia de las aves protegidas que encuentran en las estepas cerealistas su forma de vida.
La transformación agrícola y la intensificación de los cultivos como el olivar superintensivo en regadío, unido al abandono de las tierras, podrían suponer la desaparición de las poblaciones de aves objeto de protección según Ecologistas en Acción.
Desde al menos los últimos cuatro años, la Consejería que ostenta las competencias en medio ambiente, está tramitando decenas de peticiones de Autorización Ambiental Unificada (AAU) «para transformar miles de hectáreas de cultivos herbáceos a leñosos, que en principio se implantarán en secano, pero con un claro objetivo a medio plazo de ponerlos en regadío, tal y como los peticionarios indican en los proyectos técnicos. Lo tramita esta administración porque estas peticiones ocurren en terrenos protegidos por normativa europea, concretamente forman parte de la Red Natura 2000» indican los ecologistas.
«La única justificación de los peticionarios se basa en la regresión económica por la poca rentabilidad de los cultivos de cereales en secano y, en algunos casos, la reducción de las precipitaciones debido al cambio climático que han llevado a una reducción de precios en estos cultivos, dificultando su viabilidad. La mayoría de las solicitudes piden cambiar a cultivos de olivar intensivo para la obtención de aceite de oliva, pero con un claro objetivo a futuro en solicitar captaciones de agua subterránea o superficial al organismo de cuenca que los haga rentables frente al secano» indican.
Este espacio de campiña cerealista constituye un modelo de paisaje que engloba territorios llanos o levemente ondulados, dedicados en su mayoría a cultivos herbáceos en secano y que son el lugar que alberga especies amenazadas, «por ello la administración andaluza debe comprometerse a conservar el territorio para garantizar la supervivencia de estas aves. La ejecución de los proyectos presenta efectos negativos sobre los valores de conservación, provocando pérdida de hábitat y de zonas de campeo y nidificación de especies clave como la avutarda» indica ecologistas en Acción.
Según Ecologistas en Acción «el olivar disminuye la calidad del hábitat y la preferencia y uso del mismo» y pide que la Comisión Europea tome cartas en el asunto e impida la desaparición de un espacio protegido que forma parte de la Red Natura 2000 con la transformación de los cultivos que dan sentido al espacio.
«También exigimos a la Consejería competente a que deniegue todas las AAU que hay en marcha, por los efectos negativos para la conservación de las especies protegidas y a la CHG que no autorice ninguna concesión que conlleve el aumento de la superficie regable y la transmutación de derechos de aguas privadas a concesiones públicas que están asociadas a cambios de cultivo» además de pedir a Europa que inicie «expedientes sancionadores y de reversión de aquellas parcelas que haya obtenido autorización para transformar el cultivo que estén contribuyendo al deterioro del paisaje que dio lugar a su inclusión en la Red Natura 2000».
Según Ecologistas en Acción «la rentabilidad económica de estas explotaciones no debería ir contra su mayor valor, que es precisamente su capacidad productiva, conservando la biodiversidad que atesoran. Esa rentabilidad hay que buscarla en el valor añadido de protección de especies amenazadas, creando una marca diferenciada y de transformación en la propia comarca para que la cadena de valor se quede en ésta y no seguir apostando por cultivos como el olivar que, en la actualidad, ya empieza a dar signos de agotamiento con precios que no cubren los costes de producción».