El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Servicio de Parques y Jardines de la Delegación de Transición Ecológica, está culminando la última fase de restauración de las esculturas de las Victorias Aladas de la Plaza de América, en el Parque de María Luisa. En este último contrato se han sometido a una minuciosa intervención cinco de las dieciséis obras existentes sobre columnas, tres de ellas del artista Manuel Delgado Branckenbury, una de Pedro Carbonell y otra de Lorenzo Coullaut Valera.
En esta semana se han instalado ya tres de las cinco esculturas una vez restauradas, las números 13, 15 y 16:
La iconografía de la Victoria Número 13 subraya el carácter triunfalista de la Plaza de América a través de la guirnalda de laurel que sujeta entre sus manos. Viste túnica con técnica de paños mojados, dejando al descubierto buena parte de su anatomía. En su estética recuerda mucho a los retratos de la reina Victoria Eugenia, que en la época era todo un icono de moda y belleza. Los trabajos se han centrado en la reproducción de la cabeza y las alas.
La Victoria 16 tiene su emplazamiento en la puerta del Museo de Artes y Costumbres Populares. Es la más grande de todo el conjunto y simboliza la prosperidad y la riqueza que se alcanzó gracias al comercio e importaciones con las Indias a través del gigante cuerno de la abundancia rebosante de flores, frutas y espigas que sostiene entre sus brazos. Esta escultura había perdido los extremos de sus dos alas.
La Victoria número 15, de Lorenzo Coullaut Valera, se distingue por portar una rama de tabaco, uno de los productos importados desde América que tanta importancia tuvo en la Sevilla barroca de la Antigua Real Fábrica de Tabacos, sede actual de la Universidad de Sevilla.
Las Victorias Aladas
La Plaza de América fue proyectada por Aníbal González en el año 1912 con algunas variaciones introducidas en 1914. Seis victorias aladas las realizó Coullaut Valera, otras tantas, Delgado Branckenbury, y las otras cuatro, Pedro Carbonell.
La importancia de este conjunto escultórico radica en que perpetúa la tradición de las columnas coronadas por estatuas. La piedra es el material soporte de cada una de esas obras, concretamente biocalcarenita de grano fino-medio, roca porosa y no muy cementada. Cada una de las esculturas está tallada en un solo bloque de piedra hasta la peana, a excepción de las alas y, en algunos casos, los atributos que portan, que están realizados en piezas diferentes adheridas mediante morteros y cosidas con grapas metálicas al bloque principal. Todo el conjunto está formado por cuatro elementos diferenciados: basamento, fuste, capitel y estatua.
La Plaza de América está incluida en el Parque de María Luisa, declarado BIC (Bien de Interés Cultural) en 1983 con la tipología de Jardín Histórico.