Este 5 de enero de 2025 se cumplen dos años del trágico accidente ocurrido durante la Cabalgata de Reyes de Marchena en 2023. Aquel fatídico día, a las 20:00 horas, una mujer perdió la vida tras ser arrollada por un tractor que formaba parte del cortejo. Más de 20 personas resultaron heridas, algunas de las cuales aún hoy siguen en proceso de recuperación, según informes del médico forense del Juzgado.
Un proceso judicial que se alarga
Dos años después, la instrucción del caso sigue en curso en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº1 de Marchena las víctimas aún no han recibido las indemnizaciones prometidas y las aseguradoras implicadas continúan sin llegar a un acuerdo sobre la responsabilidad del siniestro y aun están pendientes de realizar los preceptivos peritajes al vehículo afectado.
En el proceso están involucradas tres compañías aseguradoras: la del Ayuntamiento de Marchena, la del tractor responsable del atropello y la del remolque que causó daños a varios integrantes de la Banda de Música Dulce Nombre de Marchena, cuyos instrumentos también resultaron afectados. La falta de acuerdo entre ellas ha prolongado la resolución del caso y ha dejado a los damnificados en una situación de incertidumbre y desamparo.
El abogado Pablo J. Gallego, que representa a varias de las víctimas, incluidas las de la Banda Dulce Nombre, lamenta la lentitud del proceso judicial y la falta de respuestas por parte de las instituciones. Según explica, el plazo legal para la instrucción del caso ha sido prorrogado en dos ocasiones, superando ya ampliamente el año de investigación sin una resolución clara.
Una herida que sigue abierta en Marchena
El paso del tiempo no ha borrado el dolor de los afectados ni la huella que dejó aquella noche en la memoria colectiva de Marchena. Mientras las víctimas continúan esperando justicia, la Cabalgata de Reyes se celebra este año bajo la sombra de aquel suceso, con medidas de seguridad reforzadas, pero sin una solución definitiva para quienes aún sufren sus consecuencias.
Queda por ver si en 2025 la situación de las víctimas será diferente o si, una vez más, la justicia seguirá su curso lento mientras la tragedia se diluye en el recuerdo.