El lienzo, pintado hacia 1675 por el pintor sevillano, fue expoliado por la invasión napoleónica en 1810 y regresó a España en 2014
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado inscribir, a instancias de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico (CGPHA), como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología Mueble, la obra de Bartolomé Esteban Murillo denominada San Pedro penitente de los Venerables, ubicada en el término municipal de Sevilla.
El ‘San Pedro penitente de los Venerables’ constituye una de las cimas artísticas de la producción del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, presentando valores culturales acreditados y relevantes que justifican su inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) con la máxima figura de protección, la de Bien de Interés Cultural.
Pintado hacia 1675 por encargo del canónigo Justino de Neve, este óleo sobre lienzo permaneció en Sevilla hasta el año 1810, cuando fue expoliado durante la invasión napoleónica, regresando a España en 2014. Realizado durante el periodo de madurez
del artista, el cuadro se encuentra en el Hospital de Venerables Sacerdotes de Sevilla, ubicación original a la que volvió en 2014.
La importancia de esta pintura en el conjunto de la obra artística de Bartolomé Esteban Murillo le confieren un doble valor al bien cultural que justifica suficientemente su protección al tratarse de un ejemplo iconográfico único en la producción de Murillo, que aúna el barroquismo de los modelos compositivos de Ribera con la ternura y suavidad del colorido de Murillo; y, además, por ser una obra llena de simbolismo, por estar dedicada a la penitencia y al arrepentimiento, que se halla directamente relacionada con el lugar para el que fue creada.
La obra representa al apóstol San Pedro como primer sacerdote de la iglesia, justo en el templo del hospital de Venerables, dedicado al cuidado de los sacerdotes ancianos. El lienzo, expoliado en su día y restituida al lugar donde fue legada y donde tuvo una funcionalidad religiosa, social y cultural, estaba rodeada por una importante moldura tallada con calados, conservada todavía hoy en su altar de la iglesia de los Venerables.