En una nota de prensa, el Instituto Armado ha detallado este miércoles que para introducir dicha sustancia en España utilizaban como vía de acceso la ribera del Guadalquivir, alijando la mercancía en las marismas de Lebrija, teniendo como epicentro de la actividad delictiva a este municipio sevillano.
Con el avance de las investigaciones, los agentes pudieron comprobar cómo la organización tenía «claramente definida» su infraestructura para realizar el alijo de la sustancia, disponiendo de vehículos todoterreno provistos de remolques de grandes dimensiones con los cuales poder moverse «sin incidencias» por el terreno abrupto de la zona de la ribera.
También disponía de un grupo de personas en el que unas se encargaban de realizar las labores de vigilancia para detectar la posible presencia de las fuerzas y cuerpos policiales y otras eran las encargadas de alijar los fardos para transportarlos a una finca próxima que usaban como ‘guardería’, la cual era propiedad de uno de los cabecillas de la organización.