Hoy se ha presentado en San Lorenzo el libro sobre la historia de la Guardia del Sepulcro del Santo Entierro encargo hecho por el capitán de la Guardia Manuel Moreno Vega al investigador local Oliver Tovar que documenta los inicios de esta tradición en 1613, dato aportado por Vicente Henares, en su obra sobre la Historia de la Hermandad de la Soledad que relata como se le pagaba un real a cuatro armaos de etnia gitana de la Plaza Ducal por custodiar las andas del Señor Yacente. En Marzo de 2020 se cumplieron 30 años de la reorganización. La obra se vende por doce euros a beneficio de Cáritas.
La Guardia dejó de salir durante años tras Señor Yacente y el año pasado se conmemoraron los 30 años de su reorganización. «Este libro supone mucho para la hermandad y para nosotros como Guardia del Sepulcro, porque supone un documento escrito contrastado por datos del archivo de la Hermandad, -que tenemos un muy completo y bien conservado archivo- realizado por Oliver Tovar tras una investigación iniciada en 2019, con el parón de la pandemia. Además la Hermandad y la Guardia del sepulcro lo ha invitado a hacer estación de penitencia con nosotros vestido de romano» expone Manuel Moreno, capitán de la Guardia del Sepulcro que tiene este ensayo a las cinco, su último ensayo.
El capitán destaca como momentos especiales de la Guardia «la salida, que es muy emocionante y las presentaciones a las hermandades, pero hay un momento especial cuando el Cristo Yacente entra en Santa María y nos hincamos todos de rodillas a la vez mientras suena el himno nacional también es muy emotivo».
El libro de Tovar reproduce algunos documentos importantes relacionados con la Guardia del Sepulcro, la Hermandad de la Soledad y la historia de Marchena como una descripción de Marchena de José Guerrero de Ahumada, de 1787 que describe la iglesia de San María y resto de iglesias un recibo de 1872 por la compra al hojalatero Pascual García de diversos elementos para la Guardia romana por importe de 2072 reales.
También recoge el dato de que el Señor Yacente era acompañado por militares «realistas» en 1831, dato relevante teniendo en cuenta que la Mota siempre fue una fortaleza militar y como la reorganización de la centuria de Jesús en 1867, que ya existía en 1846, influyó en la reorganización de la escolta romana a la urna en 1871 y del surgimiento de las escoltas romanas del Dulce Nombre y Humildad a finales del XIX.
Sobre el origen del uniforme se cree que pudo estar en algunas hermandades del XIX de Sevilla y en el reportaje que le dedica Hojas Selectas a la Semana Santa de Marchena aparece un armao con similar indumentaria al de la Guardia del Sepulcro sin que quede claro a que hermandad pertenecía «ya que según algunas fuentes había armaos que se vestían de romano por la mañana con Jesús Nazareno y por la tarde con el Santo Entierro con la misma ropa, como asalariados» expresa Oliver Tovar.