La vida de Osel Hita el niño de la Alpujarra granadina que 1986 fue identificado como reencarnación de un Lama budista del Tibet y se mudó a la India para su formación, se ha convertido en una serie documental recién estrenada en HBO. Al cumplir la mayoría de edad, salió del monasterio para vivir una vida occidental con su familia que se había mudado a Ibiza.
Y ahora con 37 años dice haberse sentido siempre como un huérfano. En Ibiza descubrió el mundo occidental aunque el antes y el después en su vida vino por dos lecturas: Siddhartha, de Hermann Hesse , y La historia interminable , de Michael Ende. “Esos libros me marcaron pero, por supuesto, Ibiza me abrió un poco los ojos».
Osel se define en la actualidad como “agnóstico científico espiritual” y está embarcado en el objetivo que ha tenido desde los siete años: “Crear una red de orfanatos por todo el mundo para ayudar a los niños que no tienen oportunidades, que viven en la calle, sin amor ni estabilidad emocional”. El primer paso en esa dirección ha sido crear una organización que planta árboles: “La comunidad Global Tree Initiative ha plantado 1.600.000 árboles en 56 países en los últimos tres años”.