El próximo jueves 23 de Septiembre se presenta en la Capilla de San Lorenzo a las 20.30h el libro «El fuego de María», del sacerdote conquense Ignacio Doñoro de los Rios, candidato al Premio Princesa de Asturias a la concordia 2021 y fundador del Hogar Nazaret de Perú cuyos beneficios van destinados íntegramente a los niños pobres de la selva peruana.
El acto está organizado por la Hermandad de la Caridad de Marchena.
El Hogar Nazaret en la región de San Martín, en plena Amazonía peruana, donde gestionan varias casas de acogidas de niños y niñas y adolescentes. Acceder por vía terrestre a estas regiones es difícil. Además, el narcotráfico se ha expandido y fortalecido por la pobreza extrema de las regiones amazónicas. La producción de hoja de coca y clorhidrato de cocaína se ha incrementado sustancialmente durante la primera década del siglo XXI.
Esta fundación lucha contra la trata de mujeres, niñas y niños, contra las múltiples violaciones de los derechos humanos a través de la compra-venta, extorsión, explotación y el sometimiento a condiciones de vida infrahumanas. Y nos enfrentamos a la malnutrición, el nulo acceso a servicios de salud, la violencia física y psíquica, los abortos forzados y en muchos casos, a muertes impunes a manos de organizaciones y mafias.
Ante la escasez de oportunidades de empleo local, las mafias de la droga encuentran un terreno propicio para instalarse e insertar a las poblaciones locales en la economía delictiva.
La formación académica en zonas rurales y comunidades indígenas es muy deficiente.
Debido a los bajos salarios y al nivel de vida tan limitado, los profesores permanecen muy poco tiempo en los colegios y continuamente están rotando. Las condiciones de educación de los niños que crecen en estas regiones son precarias y constituyen un serio obstáculo para su desarrollo.
Otro de los retos del Hogar Nazaret es proporcionar una buena educación a las mujeres, que en en la mayoría de las comunidades indígenas apenas logran obtener los niveles básicos de instrucción primaria, quedando excluidas del sistema educativo.
Las condiciones económicas de muchos hogares obligan a los niños y adolescentes a insertarse tempranamente en el mercado laboral o a realizar actividades de producción en sus casas. El trabajo infantil y adolescente, además de ser una fuente de ingreso, es altamente valorado. El porcentaje de niños y adolescentes que participan en los trabajos de la casa o la agricultura es del 96%.