Enfermeras de Pediatría del Hospital de Valme crean un cuento para ayudar a los niños a entender las medidas excepcionales contra el Covid-19 para minimizar el miedo entre los menores y sus padres, fomentando hábitos de prevención.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Niño Hospitalizado, el servicio de Pediatría ha llevado a cabo una iniciativa de humanización denominada `Cuento para niños y niñas hospitalizados en tiempos de Covid´. El objetivo es transmitir de forma adecuada a los menores la información sobre las medidas excepcionales de seguridad que están llevando a cabo los profesionales en la planta para combatirlo y, al mismo tiempo, generar entre ellos hábitos para la prevención.
Esta iniciativa corresponde al equipo de profesionales de enfermería del servicio de Pediatría de este hospital sevillano, dentro de la línea de trabajo de humanización de los cuidados. El argumento del mismo permite poner en valor las medidas de prevención ante el contagio y, al mismo tiempo, contribuir a minimizar el miedo de los menores y sus padres desde la vulnerabilidad que supone estar enfermo y la incertidumbre que alberga la evolución actual de la pandemia.
La narración está realizada en formato papel al objeto de conjuntar la vertiente didáctica con la lúdica. De tal modo que a la vez que ofrece la capacidad de interiorizar hábitos saludables, como el lavado de manos, esta iniciativa también pone a disposición de los pequeños el entretenimiento con la posibilidad de colorear los dibujos que secuencian el cuento. Unos dibujos e ilustraciones plasmados a través de la colaboración solidaria de la pintora sevillana María del Río Lameyer.
El cuento comienza con un mensaje positivo de refuerzo hacia los menores: `Eres muy valiente´. A continuación una enfermera va guiando su argumentación, centrada en la narración de los diversos elementos que componen la indumentaria actual de los profesionales en la planta, haciendo un paralelismo con aquellos que llevan los héroes. Inicia la presentación del equipo de profesionales de la planta de Pediatría, personajes aliados porque ayudarán a los niños a eliminar los virus, que son `traviesos´y los hacen enfermar.
A continuación se presentan las `armas especiales´ para ganar a los virus mediante una narración dinámica y divertida: el gorro para proteger el pelo, las gafas `de bucear´ que tienen superpoderes, las mascarillas que esconden la supersonrisa de las heroínas enfermeras, la pantalla protectora similar al supercasco que llevan los bomberos, los guantes y la capa que son afines a la mayoría de los superhéroes y, finalmente, los cubrezapatos a modo de gorros de los pies.
Sin embargo, para que estas `armas´ funcionen, a modo de superpoderes, tienen que activarlas los niños. Ello es posible si materializan tres acciones: protegerse con mascarilla, lavarse las manos y, cuando vayan a toser, hacerlo en el interior del codo. El premio final es el regreso a casa en poco tiempo al conseguir vencer a los traviesos virus.
Metafóricamente, este final va acompañado con un laberinto que conduce a casa, destacando la importancia del rol de los niños puesto que con su ayuda, cumpliendo las citadas acciones, harán posible que los sanitarios ganen la batalla.