Vasos campaniformes para beber cerveza hace cinco mil años
José Antonio Suárez López
La relación entre cerveza y la cultura campaniforme es objeto de estudio por Daniel García profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla. Los vasos campaniformes no se hicieron para beber solamente cerveza sino que contuvieron todo tipo de bebidas, y así se sabe por los restos encontrados y estudiados de forma científica.
Los celtas producía cerveza en el norte y centro de Europa trayendo este conocimiento cuando se extendieron por la Península Ibérica mientras que los romanos la consideraban bebida de salvajes y preferían el vino.
El vaso campaniforme es una cultura que se extendió por toda Europa Occidental a partir del año 2900 antes de Cristo y hasta 1800 antes de Cristo. Varios de ellos se han encontrado en Marchena que junto con Carmona y Ecija son las zonas del sur de España abundantes en este tipo de hallazgos.
En Marchena se han encontrado dos vasos campaniformes en San Ginés, dos en la loma de la lombriz, Cerro del maravilloso y en La Conejera y algunos restos en la base de la muralla de la Barbacana en el conjunto del núcleo histórico de Marchena y otros en el cortijo de Montemolín.
El vaso campaniforme de Marchena hallado junto a la Fuente y Ermita de San Ginés, se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid desde 1917. Lo encontraron unos obreros al sacar piedra para hacer la carretera a la Puebla de Cazalla. Jorge Bonsor visitó poco después el lugar e hizo un croquis de la estratigrafía del yacimiento, publicada por Mélida.
Se descubrieron cincuenta fosas de inhumación cubiertas de lajas de piedra con los muertos en posición encogida y ajuares formados por cerámica , hachas de piedra pulimentada y hojas y puntas de piedra tallada. El mismo museo de Madrid tiene otros vasos similares de Marchena encontrados en 1940.
Los investigadores Juan Pérez Heras y Matamala han encontrado en los últimos años restos de cerveza mezclados con otros productos en muchos vasos de cerámicas campaniformes peninsulares por ejemplo en Almenara de Adaja (Valladolid), cerveza con miel, en Loma de la Tejeria, Albarracín, cerveza con sustancias alucinógenas, en Amposta Tarragona.
Hidromiel en Toledo (Valle de Las Higueras) o en el dolmen toledano de Azután. En el valle de Ambrona han encontrado en 2007 cerveza de trigo y en la tumba de Los Dolientes, restos de jugo de sidra o pera.
El pan y la cerveza van de la mano y aparecen en el 6000 antes de Cristo. En 2011 se encontraron vasijas de cerveza en Luxor, Egipto del año 1500 antes de Cristo en unas tumbas dentro del Proyecto Djehuty y en 2015 aparecen vasijas egipcias de 5000 AC en Tel Aviv. En Egipto no se conocía el proceso de fermentación de la cerveza por lo que se le consideraba parte de la magia.
Los restos de cerveza más antiguos de España están en Can Sadurní, Begas, Barcelona, datada en el 5500 antes de Cristo. La cerveza se hacía de cereales y malta y el lúpulo era conservante y aromatizante dándole sabor amargo a la vez que favorece su conservación.
En España el vino sustituyó a la cerveza con los romanos hasta que el Rey Carlos primero de España y quinto de Alemania que trajo consigo maestros cerveceros de Alemania a lugares como Yuste. Era entonces un producto de otoño-invierno ya que no se sabía conservar y con el calor se estropeaba.
Algunas cervezas antiguas se hicieron remojando panes fermentados cocidos en agua y dejando fermentar. La fermentación produce alcohol y desinfecta el agua obteniéndose una bebida limpia de contaminación bacteriana. En Baviera se llama la cerveza hasta hoy pan líquido.