El Jueves día 17 de marzo se presentan dos publicaciones que incluyen nuevos datos sobre la historia de Marchena en un acto organizado por Acupamar que tendrá lugar en el Salón de Actos del Ayuntamiento.
En la obra Ciudad y territorio. Los origenes del urbanismo en el Bajo Guadalquivir los profesores Ferrer Albelda y García Fernández muestran los datos más relevantes, a partir de prospecciones geofísicas, de seis yacimientos de nuestro término municipal: Montemolín, Vico, Porcún, Cerro Tarazanil , Necrópolis de Montemolín y Los Medianos.
El hallazgo de un pedestal que pertenecía a una estatua de Marco Cornelio Fausto sacerdote augur y gobernante del municipio romano confirma para los expertos la naturaleza jurídica que tuvo Marchena en el período romano y será presentado en una conferencia organizada por Acupamar el próximo mes de Marzo en el Salón de Actos del Ayuntamiento. En este acto se darán a conocer además nuevos avances y estudios sobre el yacimiento de Montemolín.
Marco Cornelio Fausto era un augur -sacerdote civil- y munícipe: -era uno de los cuatro gobernantes colegiados del municipio -cuatorviro- que vivió «entre los gobiernos del príncipe Augusto y Tiberio, primer cuarto del siglo I DC, para entendernos, de época de Cristo» dice el arqueólogo Sergio García Dils. El primer marchenero del que se tienen registros.
Estos datos indican un temprano y sorprendente grado de romanización de Marchena «bastante temprana antes del imperio y después de la Guerra Civil. En la segunda mitad del siglo se generaliza la concesión de municipios ya con los emperadores Flavios, esto es 50 años anterior. Era pues una población pionera en tener este estatus jurídico romano» municipal según Dils. Trajano y Adriano tardarían aún cien años en nacer.
«Y además un alto grado de integración también religiosa con el augur. El augurado como magistratura religiosa consistía en la toma de los auspicios, tal y como aparece descrito en la ley colonial de Urso que es una de las poquísimas conservadas. Antes de cualquier actuación publica el augurado verifica que los dioses son propicios: fasti o nefasti. Si era nefasti, toda operación se paraba.
El augurado es propio de las colonias romanas «y son algo rarísimo en un municipio lo que indica que tenía una romanidad mucha más alta que la media». Es sorprendente «su nivel de romanización en una época tan temprana». Además adscrito en la tribu Galeria, una circunscripción electoral «propia de las fundaciones de Augusto».
«El hallazgo ha suscitado el máximo interés de la comunidad científica internacional» según García Dils, tras ser publicado en una revista científica de la Universidad de Coimbra, una de las de más prestigio y difusión sobre la epigrafía, precisamente por sus características inusuales. «Mucho mas del que parece». De entre los miles de inscripciones en piedra de la Bética «este es el tercer augur encontrado», puntualiza Dils, y el único en Hispania en un municipio, no colonial. «Es de una relevancia brutal». Además los datos han sido difundidos internacionalmente a través del proyecto Adopia de Nombres Personales Romanos, gestionados por las Universidades de Burdeos y de York, Canadá.
También ha llamado la atención que aparezcan en la dedicación del monumento no solo los munícipes sino los habitantes «incolae».