La nutricionista Inés Martín Pila del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa en Sevilla destaca que los excesos en Navidad pueden afectar más a nivel psicológico que físico, debido al sentimiento de culpa y las conductas compensatorias que pueden surgir. Aconseja mantener una buena relación con la comida durante todo el año y no solo enfocarse en las dietas posnavideñas.
Señala que el aumento de peso en estas fechas suele ser pasajero y no necesariamente grasa, sino retención de agua. Recomienda retomar la rutina habitual de vida activa y alimentación balanceada, utilizando la pirámide alimentaria como guía. Además, sugiere integrar actividad física moderada en la vida diaria y advierte que en personas con patologías digestivas, los excesos pueden agravar los síntomas.
Una vez pasadas estas fechas, “lo mejor es continuar con el estilo de vida saludable que nos debe acompañar durante todo el resto del año, puesto que es más relevante lo que hacemos entre Reyes y Nochebuena, que lo que hacemos entre Nochebuena y Reyes, en lo que a alimentación y actividad física se refiere”, subraya la especialista.
Hay que tener en cuenta que la subida de peso tras estos días “es muy relativa”, según Inés Martín Pila, quien incide en que “puede que en kilos totales podamos llegar a ver en algunos casos hasta 3,5 kilogramos más en la báscula, pero esto no quiere decir que hayamos aumentado todo este peso en masa grasa, que sería lo realmente preocupante”. Y es que, como explica, “gran parte de esta subida ponderal puede deberse al acúmulo de agua por la alta ingesta de nutrientes con capacidad de retener agua. No obstante, lo habitual es que al volver a día a día el peso vuelva a la normalidad”.
En este sentido, la nutricionista lo que recomienda no es hacer dietas milagros estrictas sino volver a la rutina de una vida activa y una alimentación equilibrada, incluyendo como norma diaria la pirámide alimentaria, en la que la base están las frutas y verduras, seguidas de cereales integrales, legumbres y, por último, carne y pescado; aunque entiende que el problema principal radica en que “no siempre es fácil retomar los hábitos, debido a que no se ve el momento de hacerlo”.
En cuanto a la vida activa, aporta algunos trucos básicos como subir escaleras en lugar de coger el ascensor, ir caminando a los sitios en vez del coche o transporte público, entre otros; si bien lo ideal siempre es realizar ejercicio físico de mayor intensidad dos o tres veces en semana.
Por último, Inés Martín Pila hace especial hincapié en aquellos pacientes que sufren ciertas patologías digestivas o relacionadas con ésta, pues los excesos continuados y el consumo de alimentos muy procesados, copiosos o incluso el alcohol pueden hacer que empeoren los síntomas de la patología y que aparezcan episodios de regresión del curso de ésta.