La italiana Federica Sassi, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad Loyola Doctora en Psicología, posgrados en Psicología de Emergencias y Catástrofes colaboradora como psicóloga con la Cruz Roja Italiana en emergencias destaca que los protocolos indican que «hay informar a la población de los avances de la emergencia diariamente y en este caso, más veces al día e indica que importante informar la población de forma diaria para fomentar la calma y mantener la confianza».
CRISIS, INFORMACIÓN Y ANSIEDAD
El Consejero de Salud acaba de señalar en rueda de prensa que su gabinete no está ofreciendo datos de los municipios para no facilitar la estigmatización de los enfermos, dando sus nombre y apellidos. No obstante en otros países como China se ha optado por una fórmula intermedia y es señalar a través de APPs móviles las zonas de mayor concentración de la enfermedad geolocalizadas para que los ciudadanos puedan evitarlas.
La población debe estar informada pero no hay una necesidad de informarse compulsivamente lo cual nos llevaría a aumentar la ansiedad según Federica Sassi.
«La ansiedad, que es un estado de alerta de nuestro organismo prolongado en el tiempo, lleva a las personas a buscar información de forma casi compulsiva, telediarios, programas de televisión, Internet, retroalimentando así este mismo estado de ansiedad» explica Sassi.
EJERCICIOS DE RESPIRACION CONTRA LA ANSIEDAD
Web: http://www.vivesinansiedad.com
En momentos de crisis afloran emociones fuertes como el pánico, ansiedad, rabia, que vienen del miedo, pero también la empatía y la necesidad de ayudar.
«El miedo y el pánico son las emociones que más encontramos en estos momentos de emergencia y alerta, y las más difíciles de manejar. El miedo nos pone en alerta, pero cuando aumenta y se transforma en pánico, bloquea el pensamiento y nos empuja a la acción, la huida. Además, si el peligro no es visible, nuestra imaginación puede agrandar el miedo, poniéndonos en un estado de ansiedad o pánico» indica esta psicóloga.
ANSIEDAD Y MEDITACIÓN
«La rabia es una emoción que suele darse también en estas situaciones. La rabia se dirige hacia los presuntos culpables del suceso, que a veces, al ser difícil de identificar, también hace que sea difícil de mitigar y se suele presentar con la tristeza y la impotencia» indica.
Necesitamos conocer y manejar las emociones para evitar que se apoderen de nosotros.
Las emociones son las protagonistas en estos momentos «para evitar que se apoderen de nosotros, necesitamos conocerlas, manejarlas y nunca intentar suprimirlas. Es importante considerar que son espontáneas, mutan y son difíciles de controlar, y que personas diferentes pueden expresarlas de forma muy diferentes» señala ésta psicóloga.
RESPIRACION CONTRA LA ANSIEDAD
«Es bueno alejarse de las personas que en estos momentos tienen un estado alterado de activación y se están llevando por conductas impulsivas, porque el miedo y el pánico, son emociones que se transmiten fácilmente rápidamente» indica esta experta.
Es bueno alejarse de personas en estado de pánico porque el miedo y le pánico se transmiten fácilmente.
«Estamos en un estado de alerta debido a un agente vírico invisible, por lo que a veces no es sencillo asimilar como real. Además, debido a que el coronavirus puede generar cuadros sintomatológicos muy diferentes según la población a la que afecta, no nos ayuda a transmitir la real peligrosidad de la situación» expresa.
Aconseja crear una nueva rutina, la escribamos si hace falta, es bueno que nos quitemos el pijama, recomienda duchas calientes, para relajarnos, mantener los ritmos de las comidas y del sueño, que suelen descolocarse bastante cuando estemos muchos días encerrados. Intentar hacer algo de ejercicio, aunque sean estiramientos en el suelo, vital para no sentirnos más cansados aun: lo músculos necesitamos mantenerlos activos.
Cuando hay peligro las amígdalas procesan emociones automáticas sin nuestro control voluntario y consciente.
Las distintas fases por las que pasa el cerebro humano las hemos visto en nuestras calles en los últimos días. Cuando detecta peligro inminente «donde nuestra vida puede correr peligro, (…) las amígdalas, que procesan las emociones de forma automática y hacen que emitamos una respuesta impulsiva, sin que nuestro control voluntario y consciente (dado por los hemisferios), pueda hacer mucho para mitigar nuestras acciones».
Por eso las personas «se han volcado en hacer compras de comida, de todo género» o «han huido en los lugares para ellos más seguros. Aquí y como se ha podido ver, de la misma forma, en Italia». En estos casos el instinto de supervivencia toma el control y nos cuesta mucho pensar en frío» por lo que hay que evitar caer en estado de ansiedad.
Las compras compulsivas forman parte de las reacciones de miedo y estrés
Días después del suceso empieza a aflorar la empatía, «las personas se ayudan, empatizan entre ellas y se agrupan para intentar salir juntos de la situación».
Es fundamental pensar fríamente en nuestro entorno y los recursos que tengamos en estos momentos, porque la primera regla en emergencia es cuidarse y después cuidar.
«Por ejemplo, en caso de un suceso grave con víctimas, las personas instintivamente se vuelcan en ayudar a los heridos, sin primero evaluar si ellos mismos, corren peligro en hacerlo y desgraciadamente esta conducta, muchas veces, añade más víctimas a los accidentes».