Miguel López, secretario general de Coag Andalucía ha denunciado hoy que los especuladores se enriquecen manipulando a su antojo los precios del aceite y la aceituna empobreciendo a los productores y poniéndolos al borde de la desaparición sin que el Ministerio de Agricultura haga nada. El precio en origen del aceite de oliva se ha desplomado un 44% durante el último año.
A pesar de que España es la principal productor de aceite de oliva a nivel mundial, cuenta con los precios en origen más bajos de la Unión Europea, llegando incluso a situarse por debajo de los costes de producción.
La campaña se inició en 2018 con un 26% de caída de precios, a una media de 3,53 euros por kilo, según datos del Observatorio de Precios y Mercados de la Consejería de Agricultura de Andalucía, y ha continuado la tendencia bajista durante 2019, hasta situarse en un 44% menos (de 3,53 euros por kilo en junio de 2018 a cotizaciones por debajo de los actuales dos euros por kilo, por debajo de los costes de producción, 2,75 euros por kilo).
Maniobras especulativas buscan ganar cuota hundiendo los precios en origen según los responsables sectoriales de las organizaciones agrarias quienes indican que la falta de medios materiales y humanos impide llevar a cabo los controles necesarios en materia de trazabilidad, que permitan garantizar la calidad y la pureza, impidan prácticas fraudulentas relacionadas con las mezclas de aceite. Esta situación amenaza la viabilidad de las explotaciones de olivar tradicional y pone en riesgo el modo de vida de más de 250.000 familias y cientos de municipios que viven directa e indirectamente de este cultivo.
El sector olivarero, representado por Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias, se manifiestan hoy jueves en Madrid para denunciar la «crítica» situación que atraviesan más 250.000 familias de productores por las pérdidas que soportan ante los bajos precios del aceite de oliva en origen.
«En una campaña donde ha subido el consumo y ha bajado la producción un 3%, que nos bajen más de un euro por kilo el precio al que nos pagan a los productores significa que se están quedando con más de 1.780 millones de euros de los productores, es una situación de robo» señala Miguel López.