Galería: Canto a la libertad de Juanjo Díaz en la Plaza Ducal
José Antonio Suárez López
El bailaor marchenero Juanjo Díaz convirtió su vuelta a los escenarios de su pueblo natal, Marchena en un canta a la libertad en homenaje a Salvador Távora con una propuesta novedosa, valiente y muy vanguardista que hizo disfrutar al público durante una hora de espectáculo.
La rica simbología aludía constantemente a la libertad que tanto anhelamos en tiempos de confinamiento y restricciones de todo tipo. Un pájaro enjaulado, el mismo artista vestido como un pájaro negro, que dio paso a un mantón de Manila hecho a modo de red, que hizo lo que quiso con él, convirtiéndose en uno de los protagonistas de la escena.
El espectáculo resultó entretenido y supo a poco, arropado por un espectacular equipo de luces y de sonido y por las voces de la Asociación Coral Sacra Polifónica Salud y Consuelo de Sevilla sirviendo de toque magistral en el espectáculo Tavorerías en homenaje a Salvador Távora. El elenco se completo con Pura de Pura, hija de Niño de Pura, Alonso Acosta, la guitarra de Dani Vélez y la Percusión de Sine León.
Diecisiete años después, el bailaor Juanjo Díaz (Marchena 1979) vuelve a su pueblo natal para presentar su último espectáculo Tavorerías en las previas de la Fiesta de la Guitarra el 30 de Julio en la Plaza Ducal con una capacidad de 500 personas.
Cuando Salvador Távora inauguró el Auditorio Municipal de Marchena en 1994, con Carmen con Lalo Tejada y El Mistela, Juanjo Díaz tenía 15 años, bailaba en la escuela de Angeles Acedo y aún no se había ido a estudiar a Sevilla.
La generación de Juanjo Díaz nació y creció al mismo ritmo que La Cuadra iba estrenando espectáculos. Cuando Díaz salió de ver el espectáculo, Juanjo tenía un sueño: bailar en la compañía de Távora. Távora llegó a Marchena de la mano de Paco Casero, ambos mantuvieron una gran amistad en base a su compromiso con Andalucía.
Távora fue cantaor, torero y herrero fresador, y convirtió la lucha del pueblo andaluz en un arte nuevo y comprometido -saliendo de las raíces y mostrando la realidad del pueblo andaluz en los escenarios de medios mundo- con la ayuda de Lilyan Drillón, desde Quejío en 1972 a Memorias de un caballo andaluz su última obra estrenada en 2012, que están en la memoria de toda una generación de andaluces.
Seis años después de estrenarse Carmen en Marchena, el sueño de Juanjo Díaz se convirtió en realidad de la forma más insospechada. En una boda en Triana, conoció a Pilar Távora, que le dijo que la compañía de su padre buscaba bailarines para su próxima gira por el Reino Unido. Juanjo se presentó a una prueba y fué seleccionado cuando tenía 22 años.