Un grupo de la UME, Unidad Militar de Emergencias con base en Morón de la Frontera ha realizado hoy en Marchena trabajos de desinfección de la estación de trenes de nuestra localidad, en las dos residencias de ancianos y en el Centro de Menores Santa Teresa.
Aunque según diversas fuentes, tanto militares como sanitarias, no hay casos positivos en las residencias de Marchena, toda precaución es poca en periodo de plena expansión de la pandemia. Esta semana un equipo de Bomberos a instancias de Diputación desinfectó la residencia de nuestra localidad adscrito a este organismo provincial.
La UME de Morón atiende a los municipios que lo solicitan ante necesidades perentorias y en centros estratégicos para el control y prevención de la pandemia y tiene una gran movilidad, pudiendo actuar en distintos municipios y ciudades andaluzas cuando se requiera su presencia.
Tras intervenir en las residencias y estación de Renfe, los militares de la UME se desplazaban a mediodía el Centro de Menores.
El producto de desinfección que usan es agua con lejía -hipoclorito de sodio- en unas proporciones mayores que las acostumbradas.
El hipoclorito de sodio (cuya disolución en agua es conocida como lejía¡ o cloro es un compuesto químico, fuertemente oxidante. Contiene cloro en estado de oxidación, es un oxidante fuerte y económico. Debido a esta característica se utiliza como desinfectante.
La desinfección en el Centro de Menores comienza por el suelo en los alrededores y sigue en el interior en la cabina de recepción y luego se extenderá por el resto de las dependencias del edificio especialmente las zonas comunes.
Los militares desinfectan minuciosamente tanto los tiradores y pomos de puertas como los muebles y los accesorios que usan cada día los trabajadores del centro y los propios menores residentes.
Preocupa especialmente la situación de las residencias de ancianos, tras casos positivos de coronavirus ya detectados en Paradas y Arahal. En toda Andalucía hay 41 ancianos fallecidos y 80 infectados, lo que supone que las muertes de ancianos en residencias suponen el 30,5% de las víctimas totales andaluzas.