La restauración del Arco de la Macarena con una inversión de 204.000 euros está desvelando hallazgos sobre los estados anteriores del BIC a lo largo de sus aproximadamente ocho siglos de historia.
El último hallazgo producido en el marco de estas obras, el de una antigua cámara del cuerpo de guardia de la muralla hallada en el interior izquierdo del Arco. Se trata de un habitáculo de unos cuatro metros cuadrados, donde presumiblemente se realizaba el cobro del portazgo, o tributo que se abonaba por el tránsito de animales o mercancías al interior de la ciudad.
Tanto esta cámara como otra similar que se encontraría en la pared de enfrente y que sí se halló y cegó en una anterior actuación municipal en el año 1998, debieron sellarse en el siglo XIX, a juzgar por las fotos más antiguas que se conservan del inmueble y en las que ya no aparecen. De cualquier forma, la que ahora se ha descubierto mantiene intactos los elementos que servían a los guardias de la muralla para hacer más cómoda su estancia (un pequeño hogar que haría las veces de cocina, un banco de piedra corrido para el descanso, restos cerámicos y de huesos de animales y, hasta unos ganchos metálicos en la pared que servirían para colgar utensilios o ropa).
Bajo la apariencia actual del Arco de la Macarena se oculta la primitiva puerta islámica del siglo XII, que reformó Hernán Ruiz II en 1560, y volvió a modificar Oviedo en 1588, fue reformada en 1723 y José de Echamorro le dio su actual aspecto en 1795.
Están quedando al descubierto desde muestras del almenado de la puerta medieval, hasta elementos decorativos del siglo XVIII, como policromías y esgrafiados en tonos ocre, rojo almagro y negro.
Además se va a recuperar todo el tramo de la muralla de la Macarena que tiene también en marcha la fase de intervención en la cara de intramuros con una inversión de un millón de euros y ya está aprobado el proyecto para la intervención en extramuros.
Una vez se han picado ya todos los revestimientos, se están retacando o reconstruyendo los huecos existentes en las fábricas de ladrillo, realizando catas para hallar las policromías originales y reparando los pináculos de remate. Uno de éstos, el central y más alto, se encuentra totalmente devastado como consecuencia de la poca resistencia del cemento en que fue fabricado. Para su reconstrucción, así como la de otros muchos elementos del Arco, Urbanismo está aplicando técnicas de fotogrametría en 3D que permiten crear patrones lo más reales y fidedignos posible respecto de los elementos originales. Ya ha comenzado también el llagueado (relleno de las llagas) del ladrillo taco con mortero de cal.
Asimismo, se están ejecutando durante esta intervención otros trabajos previstos como los de consolidación e impermeabilización de la cubierta, limpieza de las columnas de piedra o reparación de los paños de azulejos. Las obras para recuperar este Bien de Interés Cultural de Sevilla continuarán por lo tanto en los próximos meses, de manera que estén del todo finalizadas antes de la próxima Semana Santa.