Hermanos mayores hablarán de la evolución de las hermandades el 25 de Febrero
José Antonio Suárez López
Después del parón de la pandemia hay muchas ganas de hablar y vivir el ambiente de las hermandades como el acto celebrado ayer en Santa Clara sobre capataces y costaleros en la que participaron los dos capataces de la Humildad, el de la Virgen de la Palma y el de Jesús Nazareno.
Los actos de la Humildad se iniciaron ayer y continúan el próximo viernes 25 de febrero las 20:30 horas sobre ‘Las Hermandades a través del tiempo. Evolución desde el siglo XX hasta nuestros días’, moderada por Manuel Miguel Sánchez teniendo como ponentes a José Antonio López Martín, de la hermandad de la Soledad; José Antonio Ramón García Jiménez, de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno; Enrique Ponce del Dulce Nombre) y Juan Ramón Baeza de la Veracruz.
La técnica, los ensayos, la formación física o las igualás, y el amor a sus devociones fueron las claves analizadas ayer en Santa Clara por los capataces participantes. Siempre con el corazón y con su amor por la Virgen de los Dolores por bandera David Romero, destacó como fundamental que los costaleros deben querer a su devociones. «Y si la quieren poco ya me encargaré yo de que la quieran más».
«Hemos dicho formación física y técnica y lo principal es querer al señor y a la virgen dijo Francisco Núñez Ramírez, como tu no quieras al señor y a la Virgen tu no pintas nada debajo de un paso, es mi opinión. Si no esto no tiene sentido». A lo que David Romero añadió «que creas en lo que que estás haciendo». «Hay un momento en la estación de penitencia cuando vienen esos kilos malos, siempre hay momentos en que pesan más, pero cuando vienen esos momentos malos el que está cogido con alfileres, por muy preparado que esté, por mucha técnica que tenga, no se yo» añadió Núñez.
«Yo creo que son las tres cosas, técnica, hoy los chavales vienen muy bien preparados, y equipados, si es verdad que lo ven en vídeos, etc. pero luego hay que ver la práctica que es debajo del paso que es donde viene la enseñanza de la gente nueva que para eso están los ensayos y se les va enseñando poco a poco. En cuanto a la devoción hacemos una estación de penitencia con momentos buenos y malos. Todos los Domingos de Ramos se lo digo a mis costaleros antes de salir, hay momentos de la carrera que lo vamos a pasar mal», añadió Manuel Benítez Borrego, capataz de la Virgen de la Palma. «En esos momentos de apretar los dientes rezar por la familia, por los que están arriba» explicó.
«Además de eso hacemos familia dentro de los pasos y eso es muy importante también» añadió Núñez.
«Para mí ponerme delante de un paso quizá sea lo más serio que hago durante el año. Lo más trascendente que uno pueda hacer» explicó que capataz de Jesús Nazareno, Antonio Pliego cuyo paso celebra hoy la igualá. «Mañana cuando hagamos la igualá lo primero que hago es rezarle al señor y a la virgen, antes de tocar el llamador lo primero que hago es rezar. Soy de los que piensan que los pasos lo lleva la fuerza física, y debajo de un paso hay tiempo para llorar, para la risa, y para vivir momentos que solo se viven debajo de un paso» añadió Antonio Pliego. «Pero yo soy un defensor de la técnica porque tapa los errores físicos que pueda tener un costalero y mientras más se pueda machacar eso, mejor. Doy por sentado que quien se mete debajo de un paso sabe lo que hace y a lo que va» añadió. «Es importante la formación física y técnica del costalero y que sea disciplinado y obediente a sus capataces».
Para Manuel Benitez lo principal para organizar una cuadrilla es «empezar con una buena igualá , si no hay una buena igualá, no puedes seguir trabajando. Es preferible perder tres horas en esa igualá pero así ya sé con la gente que cuento, dónde van y cómo van. Eso es la base, luego hay que estar encima de los costaleros, hablarle, saber a lo que vienen y que se lo tomen en serio desde el primer ensayo. Hay que hablar del cuerpo de capataces, no solo del capataz, como tu no te rodees de un buen cuerpo de capataces, tú solo no vs a ningún lado».
Para David Romero «es fundamental hacer familia debajo del paso de forma que uno mire por el otro, aparte de la técnica, lo que seguro no quieren ni el señor ni la Virgen es que debajo la gente no vaya la gente unida. Yo le digo a mi gente que hay que encender una candelita, e intentar que todo el mundo se arrime y todo el mundo quiera lo que estamos haciendo. En principio en mi caso que quiera a la Virgen, eso antes que nada y si no la quiere mucho ya me encargaré yo de que la quiera más. Y hacer familia, que nadie se sienta mal y no solo los días de ensayo sino todo el año».