Como novedad vuelve a la capilla del cementerio la talla San Roque, escultura en madera tallada y policromada cuya autoría se relaciona con el círculo de Jerónimo Hernández (1540-1586) y había sido intervenida en siglos posteriores. La presente restauración se ha prolongado por espacio de un año en los talleres del IAPH.
La talla ha sido sometida a un tratamiento de desinsectación y proceso de restauración. Además la talla será repuesta al culto a falta de concluir la restauración el perro Melampo, que se localizó en el templo de Santo Domingo.
Se trata de una imagen sin documentar atribuida a los escultores Jerónimo Hernández (1540-1586) y Roque Balduque (¿-1561) que estaba en el retablo de la capilla del cementerio municipal (antigua ermita de San Roque) y propiedad del Ayuntamiento.
El pasado Mayo la Hermandad del Cristo de San Pedro entregó al Ayuntamiento la escultura del perro de San Roque que estaba un altar del templo de San Pedro Mártir a los pies de la imagen de Santo Domingo de Guzmán.
Una foto de 1951 conservada en la Universidad de Sevilla mostraba a San Roque con su perro, en una talla de gran similitud con la que estaba a los piés de Santo Domingo. Por su parte la escultura de San Roque desapareció de la capilla del cementerio y pasó a la iglesia de La Caridad y de allí a un anticuario fuera de Marchena donde el Ayuntamiento la adquirió, y la almacenó durante décadas en el Archivo Municipal.
SAN ROQUE COPATRÓN DE MARCHENA
Según la leyenda, un perro alimentó con pan a San Roque, llevándole una hogaza cada día al santo mientras se curaba de la peste en una cueva. Finalmente se curó y siguió curando enfermos por eso se le venera como protector ante las epidemias.
La ermita y fuente de San Roque, el co-patrón, es la parte más antigua del cementerio ya que existe desde la época medieval. Justo al lado del yacimiento del Lavadero donde se encontraron las tumbas de los primeros cristianos.
En la epidemia de Cólera de 1885 el Ayuntamiento costeó novena a San Roque, que da nombre a nuestro cementerio, protector ante la peste y toda clase de epidemias, co-patrón de Marchena y junto con San Miguel, San Agustin, San Francisco, San Pedro y San Sebastián -patrón-.
EL CEMENTERIO SE CONSTRUYÓ ENTRE 1845 Y 1848
El cementerio de Marchena iniciado en 1845 se proyectó sobre un supuesto de 18.700 reales y su construcción concluye en 1848 según investigación de Pepe Villalobos, licenciado en Historia e investigador marchenero que está especializado en el siglo XIX.
Desde 1760 existían órdenes del Rey para construir un cementerio público fuera del casco urbano aunque hasta 1841 el Ayuntamiento de Marchena, no establece una comisión de trabajo, ante la resistencia de las familias más pudientes a enterrarse fuera de las iglesias tal y como venía siendo tradición desde época medieval. En los espacios principales de los templos se enterraban las familias más pudientes y el resto del pueblo en las naves y plazas adyacentes.
ENTERRAMIENTOS DE EPOCA ROMANA Y MODERNA
También existieron enterramientos en la época romana, uno de ellos localizado en la zona del pabellón y yacimiento romano del Lavadero. Hay documentos de 1525 que hablan de enterramientos junto a la Muralla en la Puerta de Morón, según Juan Gil, cristiano con cuerpos de judeoconversos. Nada se sabe de los enterramientos islámicos ante el escaso desarrollo de la arqueología local, actividad frenada por los intereses urbanísticos.
Fue desechada la propuesta de ubicar en cementerio en el desamortizado convento de Capuchinos de Angeles Custodios y su huerta aunque finalmente se eligió ubicarlo alrededor de la ermita de San Roque, hasta donde iba un camino que salía de la puerta dela Calle Méndez que entonces terminaba en la calle Torno.
