Las amenazas para el medio ambiente derivadas de la actividad humana son mayores que nunca según un mensaje emitido por la ONU con motivo del Dia Mundial del Medio Ambiente. «Actuemos globalmente para garantizar un futuro para la naturaleza y para nosotros mismos» concluye.
La presente edición de la jornada ambiental convocada por la ONU se dedica a la lucha contra la contaminación atmosférica.
La ONU apuesta por gravar la contaminación, dejar de subvencionar los combustibles fósiles y dejar de construir nuevas centrales de carbón. «Necesitamos una economía verde, no una economía gris”, ha declarado António Guterres, Secretario General de la ONU.
Las evidencias son claras. El plástico que tiramos acaba en los mares, y de esta forma y según recientes estudios ya hay microplásticos en las nubes y en el pescado que comemos. Nueve de cada diez personas en todo el mundo están expuestas a niveles de contaminación que superan los niveles de seguridad señalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al menos 8 millones de toneladas de plásticos terminan cada año en los océanos, una cifra que algunos estudios amplían hasta 12 millones.
”Tenemos que elegir eliminar progresivamente los plásticos de un solo uso”, insiste Naciones Unidas. Paralelamente a nivel local ya hay colegios que usan vasos y cubiertos reutilizables en sus fiestas de fin de curso mientras que en los supermercados ya se prohiben poco a poco las bolsas de plástico.
A nivel local, Taller Verde, organiza una conferencia sobre decrecimiento hoy jueves a las 20 horas en el salón de actos del Ayuntamiento a cargo del profesor de la Universidad de Sevilla Eduardo García.
El decrecimiento es una corriente favorable a la disminución regular controlada de la producción económica, con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos entre sí.
La conservación del medio ambiente, afirman, no es posible sin reducir la producción económica que sería la responsable de la reducción de los recursos naturales y la destrucción del medio que genera, que actualmente estaría por encima de la capacidad de regeneración natural del planeta. Además, también cuestiona la capacidad del modelo de vida moderno para producir bienestar. Por estas causas se oponen al desarrollo sostenible. El reto estaría en vivir mejor con menos.
En muchos países la producción de energía es una fuente importante de contaminación del aire. Las centrales eléctricas que queman carbón son un emisor importante. El sector del transporte mundial representa casi un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía, una proporción que está aumentando.
Paso elevado para animales en Fornells, Cataluña.
Hay dos fuentes principales de contaminación del aire proveniente de la agricultura: el ganado, que produce metano y amoníaco, y la quema de residuos agrícolas. Alrededor del 24% de todos los gases de efecto invernadero emitidos en todo el mundo provienen de la agricultura. La quema de residuos a cielo abierto y los desechos orgánicos en los vertederos liberan a la atmósfera dioxinas nocivas, furanos, metano y carbono negro. A nivel mundial, se estima que 40% de los residuos se quema al aire libre.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de Medio Ambiente, Ecologistas en Acción otorga sus premios Atila a las conductas más destacadas del año por su contribución a la destrucción del medio ambiente.
Este año han obtenido el galardón la patronal porcina Interporc, la compañía aérea Ryanair, el parque temático Puy du Fou Toledo y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas por su campaña sistemática de talado de árboles en los últimos años. Una práctica la de talar árboles que está siendo imitada en otros pueblos, cuando la manera más barata de bajar la temperatura en las calles es sembrar más árboles. Así nos encontramos con la paradoja de que mientras los voluntarios ecologistas siembran árboles, las autoridades cortan árboles.