Ramón García Rubio nació en Marchena en 1938. Una de sus frases favoritas es «las siete de la mañana es mediodía». Al grito de Azuquiqui se levanta cada día a las seis de la mañana a sus 83 años. Llueve, ventee o haya 40 grados, es el primero en llegar y el último en irse del trabajo, dicen los que le conocen.
«Si a Ramón García quieres ver en la finca Pajares, al amanecer», dice otro hombre de campo: Manuel Perea. Estos hombres pertenecen a una generación, la de la Marchena eterna, que no conocen de modas ni vaivenes. Conocen el trabajo y la austeridad de carácter del hombre de campo, forjado en la dura faena diaria. Aman esta forma de vida porque es la que conocen y la que les hace felices.
Participa diariamente de la vida en el campo y fue uno de los primeros en adoptar las nuevas formas de cultivo del olivar, el superintensivo. Es uno de los grandes conocedores de la cultura del olivar y su cultivo.
Tiene una memoria envidiable y es testigo directo de los principales hechos que ha vivido Marchena en el último siglo. Es cofrade hermano de la Caridad, Jesús Nazareno -fue capataz y vicerrector de la hermandad- y socio del Casino. Canta saetas, especialmente las cuartas de Jesús Nazareno. Cuando el paso del Señor de Marchena se detiene cada mañana de Viernes Santo a las puertas de su casa de la calle Las Torres, su familia lo celebra como si llegara alguien de la familia.
«Por sus obras los conoceréis», repite Ramón a diario. Fundó la Caja Rural y el Banco de Andalucía en Marchena. Se casó con Carmen Bonilla y tiene tres hijos. Se hizo cargo de la empresa familiar, una fábrica de harinas en Arahal, y como no tenía forma de desplazarse, lo hacía en una moto Vespa.
Como Hermano Mayor de la Caridad hizo obras de reforma de su capilla y abrió la actual. Fue Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Marchena y Presidente del Casino, donde también hizo obras de reforma.
Es el segundo de seis hermanos. El nombre; Ramón le viene por su abuelo el alcalde de Marchena con Primo de Rivera. Nació en la casa familiar que fue patio del convento de Dominicos, y hoy es sede Unicaja. El jugaba de niño por los pasadizos del convento de dominicos.
Su padre fue Julián García Bernáldez, corresponsal de banca y agricultor, y su madre Margarita Rubio Fernández de Arcenegui, es descendiente directo de Sancho de Tejada y del recordado médico liberal Antonio Fernández Ternero (S.XIX).