Jesús Frías: «Trabajos básicos que antes no se notaban, o no se veían, ahora no solo se ven, sino que nos llaman héroes»

A las diez de esta noche el policía local marchenero Jesús Frías Rivas, nacido en la Barriada de Andalucía, con 47 años y dos hijos, volverá a patrullar las calles de San Sadurni de Anoia, donde se cuentan siete muertos y cuarenta y nueve positivos confirmados en domicilios. 

Tanto él como su hermana, Rafi Frías, que trabaja en recepción en el Centro de Salud de Marchena, son uno de esos héroes cotidianos a los que hoy unánimemente se aplauda a las 20 horas. Aunque a él,- policía por vocación- le motiva lo que hace; ayudar a los demás en la época más difícil para España desde  la Guerra Civil.

«Soy Policia porque me gusta y por vocación, que me llamen héroe, prefiero que cuando esto termine, se sienten todo el mundo y construyan una sanidad más fuerte. Que todo el mundo tengan equipos de protección, que los ambulatorios no cierren por las noches. No me gusta los reconocimientos, tengo reconocimientos pero eso forma parte de mi trabajo. Prefiero tomarme un café con alguien a quien he ayudado en un accidente» expresa Jesús Frías «Eso vale más que que me aplaudan».

«Todos lo estamos haciendo bien, lo único que se pide es un poco de paciencia, que es difícil, claro. Que cuesta la propia vida mantener a los críos en casa, claro».

«Pensemos que si el basurero o la limpiadora, no trabajara, todo estaría mucho peor. Trabajos básicos que antes no se notaban, o no se veían, ahora son claves y se ven y nos llaman héroes. Nunca se debe jugar con la seguridad, (policías), educación y sanidad, y con esto se ha jugado», expresa Frías.

Su trabajo consiste en controlar las calles, para que la gente guarde el confinamiento y cada día dá lo mejor de sí para los demás. Y para ello a veces tiene que ponerse en peligro. En los últimos días ha evacuado a unos ancianos de un incendio y ha ayudado a rescatar a una mujer mayor que se había caído de la cama hasta que llegaron las asistencias médicas.  Nada de eso está exento de riesgo.

«Yo siempre apoyaré a la Policia antes que nada. Soy un Policía de calle y sé lo que pasa un Policía».

Cataluña, y en concreto el Area de Barcelona, una de las zonas más castigadas por el coronavirus, concentra además la mayor densidad de marcheneros emigrantes de Cataluña. La peor parte en Cataluña se la ha llevado Igualada, pueblo que quedó completamente aislado -debido a su alta concentración de casos, no se podía entrar ni salir- donde también hay naturales de Marchena viviendo. El otro punto de España con mayor concentración de naturales marcheneros, Madrid, también es otro punto clave de la pandemia en España.

«Cada noche salgo a patrullar con guantes mascarillas y gafas protectoras, más el chaleco antibalas que pesa mucho. En muchas actuaciones hay que salir corriendo, o tienes que interactuar con la gente cuando hay una detención. Aunque no estemos cómodos, hay que salir protegidos. El vehículo de patrulla se desinfecta con bayeta y productos químicos. Además llevamos en cada coche un equipo completo de protección, un mono por si hay que entrar en alguna vivienda afectada por el Covid-19» explica Jesús Frías.

«Cualquier aviso o servicio en la calle implica interactuar con otras personas, de una u otra forma. A veces no llevan protección y siempre hay algún tipo de riesgo no sabes a qué te expones». De hecho ya se han visto casos en que han escupido a los agentes. «La pasada semana nos avisaron de que una mujer mayor se había caído de la cama, llamamos a la ambulancia, la pusieron en la cama, y a los días se enteran de que la habían ingresado por problemas respiratorios» explica Jesús Frías.