Juan Luis Ravé participó ayer en los encuentros digitales de la Asociación Hespérides sobre “El arte mudéjar en la provincia de Sevilla” destacando que en el XIX se impone la idea de que si hay un estilo propio de toda España es el arte mudéjar, muy presente además en Marchena desde las obras de iglesias desde Santa María, siglo XIV hasta Santa Isabel siglo XVI.
En Marchena además se quedaron muchas familias de moriscos y mudéjares trabajando por petición del Duque, -mas los que llegaron de la Sierra de Ronda tras el levantamiento de la Alpujarra- lo que hace que la impronta de nuestra arquitectura sea fundamentalmente mudéjar, que en realidad eran musulmanes en tierras cristianas.
«El término mudéjar se extiende en el XIX al mismo tiempo que el español se dá cuenta que tiene algo diferente al resto de los europeos y que llama la atención a los demás».
Funcional, flexible y adaptable, el arte mudéjar sirve para todo y se mezcla con cualquier elemento de otro estilo. Amador de los Ríos y Diego Angulo Íñiguez definieron el arte mudéjar en su esencia.
Edificio neomudejar de Ecija.
El neomudéjar nace a raíz del discurso de Amador de los Rios en el XIX, que se extendió por toda España, reafirmando que el arte nacional español es el mudéjar.
«No es un estilo porque no tiene las características de los estilos europeos sino más bien una constante, un elemento más, un ingrediente de la cultura española que se mantiene prácticamente igual desde su origen medieval hasta prácticamente el siglo XIX y XX, cuando proliferan edificios públicos con este estilo».
«La pervivencia de lo mudéjar se hace todavía más evidente en la arquitectura popular» expresa Ravé sin embargo los que más lo mantienen en el tiempo «son los nobles. Es curioso porque el Rey da ejemplo cuando elije el mudéjar para hacer el Alcázar de Sevilla, pero el Duque de Arcos o los Ribera al erigir sus palacios, hacen lo mismo» explica Ravé.
Destacable el hecho de que en el XVI Diego Lopez de Arenas recogió el conocimiento de su tiempo en los tocante a las armaduras en un libro. «Destaca la escasa evolución desde un alfarje plano del Alcázar del siglo XIV, a la armadura de las carmelitas de Utrera del XVII» y otros posteriores al terremoto de Lisboa en Sanlúcar La Mayor. «No era tan difícil la técnica del artesonado que se hacía a base de dos cartabones, pero Diego López de Arenas lo explicó muy mal en su libro, pero se ha podido desvelar en base a ordenadores, como ha hecho Enrique Nuere».
Los mudéjares son los musulmanes que se quedaron «pero hay que caracterizarlo fundamentalmente por su situación jurídica y sobre todo económica» expresa Ravé. Es tal la cantidad de impuestos «que se le imponen que eso les hace prácticamente inviable una vida tranquila».
Se les llaman también moros horros (libres) y en Sevilla entre el 40% y el 65 % se dedicaban a la construcción conservando y restaurando las obras públicas como murallas etc. Las primera rebeliones en tiempos de Alfonso X y su dura represión hace que se vayan retirando y concentrando poco a poco al reino nazarí granadino.
Los musulmanes eran una minoría estratégica «eran los que conocían las conducciones de agua, el mantenimiento de las de las defensas de la ciudad y por eso fueron moros libres». Los que se convierten al cristianismo obligatoriamente a partir de 1502 se denominaron moriscos y se convirtieron en la principal minoría marginada. A ellos se sumaron los esclavos y a los prisioneros de guerra.
Hay una primera etapa de 1248 1350 tras la conquista con un predominio de construcciones góticas, uso del ladrillo y muy poco elementos de influencia musulmana. Hacia 1350-1450 se desarrolla el arte mudéjar plenamente, «con una admiración hacia lo islámico después de un intento por imponer el estilo gótico propio de los europeos» expresa Ravé.
Hacia 1450 la catedral de Sevilla se convierte en el referente de todo el siglo con una expansión del gótico pero se mantiene el arte mudéjar en la cúpula del Alcázar, en el coro de la catedral de Sevilla y en algunas portadas de ladrillo agramilado como Santa Paula.
«Finalmente podríamos decir que hay una fase última en el gótico. Ni el gótico ni el renacimiento agotan al mudéjar y algunos elementos como las techumbres se van a mantener mucho más hasta casi el 18 después del terremoto de Lisboa» indica Ravé.
Las iglesias fernandinas, se desarrollaron de Jaén a Córdoba se impone luego como modelo parroquial sevillano con la conquista de la ciudad.
«Las portadas del Aljarafe son mucho más planas, son en ladrillo y tienen más elementos de la tradición islámica. En la sierra hay mas torres fachada y en Carmona y Utrera. En el siglo 17 se siguen haciendo iglesias que tiene la misma estructura mudéjares» explica el historiador del Arte.
El Alcázar sevillano sirvió de modelo posterior para el resto de palacios de la nobleza sevillana, con alarifes venidos de Granada y Toledo y trabajando para el Rey Don Pedro.
También hubo otros modelos como los castillos residenciales de la Torre de la Reina de Guillena o las fortalezas mudéjares, como el castillo de las Aguzaderas de El Coronil, Mairena o el del Utrera, donde «se reunían las tropas, al ser cabeza de la banda morisca. Otro modelo es la torre fortaleza vivienda como la torre de los Guzmanes de la Algaba», o la iglesia de Villadiego de Peñaflor que incluye unas torre defensiva almohade en su interior.
El modelo mudéjar para los conventos es San Isidoro del Campo fundado por Guzmán el Bueno, que añade al gótico el mudéjar. La mayor armadura mudéjar puede encontrarse en Consolación de Utrera luego transformada por el neomudéjar del XIX. En la Plaza Mayor de Carmona se conservan casas mudéjares.
«El arte islámico se tiene como referente nobiliario por su exquisita decoración, pero también se incorporan las novedades renacentistas de Italia, se añaden y se mezclan», indica Ravé, La decoración geométrica andalusí pasó de las pinturas murales del claustro de san Isidoro del Campo a los paños de azulejos en el patio de las Doncellas del Alcázar o del pavimento de Santa Clara.
Con la llegada del mes de mayo, florecen las tradiciones y una de las más esperadas por la juventud cofrade de nuestra localidad es la salida procesional de la Cruz de Mayo Nazarena. Este año, el Grupo Joven de la Hermandad de Jesús Nazareno celebra la décima edición.
La salida tendrá lugar,el próximo jueves 30 de mayo a las 21:30 horas, desde la Casa Hermandad ubicada en la calle San Miguel. Desde allí, la comitiva recorrerá las siguientes calles del centro histórico: San Miguel, Plaza Alvarado, Rojas Marcos, San Sebastián, San Pedro, Santa Clara, Sevilla, San Miguel, para finalmente regresar a su punto de partida.
El cortejo contará con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores de la Centuria Romana, un aliciente más para quienes disfrutan de las marchas procesionales y el ambiente cofrade.
Se ha convocado un total de 7.885 plazas de Maestros, Secundaria, Régimen Especial y Catedráticos de Música y Artes Escénicas
El próximo 21 de junio comenzarán en Andalucía las oposiciones para acceder a los cuerpos de Maestros, Profesores de Enseñanza Secundaria, de Música y Artes Escénicas y de Escuelas Oficiales de Idiomas. La Consejería Desarrollo Educativo y Formación Profesional, como es habitual, ha consensuado la fecha de inicio de las oposiciones con el resto de comunidades autónomas.
Así, serán 8.013 los aspirantes en la provincia de Sevilla, 41.808 en toda Andalucía, los que participarán en estas oposiciones que cuentan con un total de 7.808 plazas de 33 especialidades distintas, 4.401 corresponden al Cuerpo de Maestros; 3.276 son para los Profesores de Enseñanza Secundaria; 99 del Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas y 32 plazas para Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas. Además, la Consejería también ha convocado el proceso selectivo del Cuerpo de Catedráticos de Música y Artes Escénicas con 77 puestos.
De esta manera, en 2025 son 7.885 las plazas convocadas para dar oportunidades a todos los jóvenes andaluces que aspiran a ser funcionarios docentes.
El día 15 será la presentación de los candidatos ante el tribunal asignado, en cuyo acto serán informados sobre el desarrollo del procedimiento lectivo. En el plazo abierto entre el 30 de abril y el 7 de mayo, los aspirantes han debido de presentar de manera telemática la unidad didáctica y del 20 al 29 de mayo los méritos de la fase de concurso.
De esta forma se evita que los opositores tengan que desplazarse físicamente a los tribunales para entregarla en persona y se descarga a los tribunales de la tarea de tener que recoger la documentación.
Las oposiciones comenzarán en el mes de junio y estarán completadas a finales de julio, de tal forma que los nuevos funcionarios se incorporen a sus puestos el día 1 de septiembre para el inicio del curso 2025-2026.
El concurso-oposición comenzará en Andalucía en el próximo 21 de junio con la presentación de los candidatos ante el tribunal asignado, en cuyo acto serán informados sobre el desarrollo del procedimiento selectivo.
Tras el acto de presentación, el mismo 21 de junio se iniciará la primera prueba que tendrá por objeto la demostración de los conocimientos específicos de la especialidad a la que se opta y que constará de dos partes que se valorarán conjuntamente. Una práctica para comprobar la formación científica y el dominio de habilidades técnicas del candidato y otra teórica consistente en el desarrollo escrito de un tema elegido por el aspirante, de entre varios extraídos al azar por el tribunal.
La segunda prueba, centrada en la aptitud pedagógica y el dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio de la docencia, consistirá en la presentación y defensa de una programación didáctica y en la preparación y exposición oral de una unidad Respecto a la fase de concurso, que se puntuará con un máximo de 10 puntos, se valorará, entre otros méritos, la experiencia docente previa y la formación académica del personal aspirante. La puntuación global del concurso-oposición resultará de la ponderación de las puntuaciones de las fases de oposición y concurso, siendo de 2/3 para la fase de oposición y de un 1/3 para la fase de concurso.
El aumento de estafas dirigidas a adolescentes en redes sociales y apps de mensajería es un hecho. Los ciberdelincuentes les prometen ganar dinero rápido a cambio de una pequeña inversión. Lo que sigue es un engaño orquestado con técnicas cada vez más sofisticadas.
Una madre recibe un mensaje de su hijo de 15 años a través de WhatsApp: «Mamá, ¿me puedes pasar 50 euros? Me han ofrecido una inversión para ganar dinero desde el móvil. Es seguro, le ha funcionado a un amigo.»
Ante la insistencia y con buena fe, la madre accede. Días después, el joven le cuenta que perdió el dinero y que no ha vuelto a saber nada del supuesto “mentor financiero” que le contactó por Instagram.
Se ha detectado un repunte en los fraudes financieros dirigidos a menores de edad, quienes son captados a través de plataformas como TikTok, Instagram o Discord, con promesas de «ganar dinero sin esfuerzo» invirtiendo pequeñas cantidades.
¿Cómo funcionan estas estafas?
Captación por redes sociales: perfiles falsos, a menudo con apariencia profesional o de jóvenes exitosos, contactan a menores ofreciéndoles métodos de inversión (criptomonedas, NFTs, apps de trading falsas). Engaño emocional: utilizan frases como “es seguro”, “yo ya gané dinero”, “esto es legal” para generar confianza.
Solicitud de pequeñas cantidades: entre 20 y 100 euros, para no levantar sospechas en casa. Desaparición: una vez transferido el dinero (Bizum, PayPal, tarjeta prepago), el contacto se rompe.
¿Qué recomienda la Policía?
No enviar dinero sin verificar. Aunque lo pida el propio hijo, hablar siempre directamente y con calma antes de hacer transferencias. Educar sobre los riesgos online. Explicar que «ganar dinero fácil» no existe, y que detrás puede haber redes criminales internacionales. Denunciar inmediatamente. Si ya se ha enviado dinero, acudir cuanto antes a la comisaría con capturas de pantalla y datos de la transacción.
Configurar el control parental en móviles y apps para limitar el acceso a ciertas plataformas o bloquear perfiles sospechosos. Hablar con confianza en casa. Muchos adolescentes no cuentan lo ocurrido por vergüenza o miedo al castigo.
Consejos para padres y madres
Revisa de forma periódica, con respeto, los contactos digitales de tus hijos. Enseña a identificar señales de estafa: presión para enviar dinero, promesas de riqueza inmediata, mensajes sin ortografía profesional, perfiles sin verificación. Crea un clima donde tu hijo sepa que puede contar lo que le ocurre online sin miedo.
¿Dónde acudir?
Policía Nacional – Unidad de Ciberdelincuencia: 091 Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad): línea gratuita 017 Guía para familias en www.incibe.es/protege-tu-hijo
Las ciberestafas a menores no solo tienen consecuencias económicas, también emocionales. La mejor vacuna es la prevención, la información y el diálogo abierto en casa.
La Verbena de Madre de Dios 2025, que se celebrará los días 23, 24 y 25 de mayo, coincidiendo con la tradicional Cruz de Mayo.
La programación arrancará el jueves 22 con el tradicional pescadito ofrecido por El Bar Leño y el primer cuadro flamenco de la mano de Miguel Talaverón, que también actuará el viernes con su espectáculo estrella Ópera flamenca, un homenaje al crítico flamenco Alfonso Díaz y a la figura de Pepe Marchena.
El Bar Leño de Marchena vuelve a celebrar su ‘Pescaíto Verbenero’ a las 21:00 horas, Maite Olivares pondrá el cante, acompañada al toque por Manuel Vega ‘El Pati’, mientras que el baile correrá a cargo de Tamara Lucio Roales y el marchenero Migue Talaverón.
El viernes 23 de mayo en el Bar Cepo churros, guiso, buñuelada y caracolada para ir calentando motores antes de la música. A partir de las 23:00 horas actuación de Los Hungaros. Luego, fiesta Remembow que revive los éxitos del reguetón clásico y el breakbeat con DJs como Álvaro Guerra y Shade K.
La noche del viernes 23 en el escenario central Antonio Ocaña, vecino del barrio, se encargará de presentar la verbena acompañado del humorista Alexis Larios, en una velada que abrirá el telón con risas y mucha cercanía. A continuación, las alumnas del grupo El Roete mostrarán su trabajo de todo el curso y Miguel Talaverón cerrará la noche con su propuesta flamenca cargada de simbología y raíz.
El sábado 24 en Bar Cepo churros y guiso, jamonada y una cata de quesos y por la tarde, la panadería ‘El Motor’ ofrecerá una merienda. A las 20:00 horas, en el escenario del Bar Cepo Ángela Fuentes, finalista del UniSong Contest 2025 presenta su primer EP, Echar de menos en andaluz.
Luego DJ Los Santos colectivo musical que ha colaborado con artistas del género urbano, incluyendo a Nova & Jory y Wibal & Alex.Su estilo se caracteriza por mezclas de reguetón y música electrónica, creando ambientes festivos y dinámicos.
A las 18:00 horas pasacalles de la Banda Sagrado Corazón de Jesús, que acompañará el encierro infantil, al estilo pamplonés, con más de 1000 pañuelos rojos previstos para los pequeños. A partir de las 19:30 horas, subirán al escenario central la chirigota infantil Los Trianitas, seguida del grupo Los Triana.
A las 21:00 horas será el turno del tributo a El Barrio, y como plato fuerte de la jornada, a las 22:30 actuará el artistaManuel Orta, con su repertorio de sevillanas y coplas, muy esperado por el público local.
Por la noche en el esenario Bar CepoAdri Fuentes y Josemi Carrasco, flamenco pop contemporáneo andaluz. A medianoche, Los Santos subirán al escenario, y fin de fiesta con DJ local Okaña.
El domingo 25, en Bar Cepo degustación de ibéricos a las 12:00 horasy degustación de mojitos y a las 17:30 horas festival ‘Cepotronik’,
En el escenario central a las 19:00 horas espectáculo de magia para toda la familia, y a las 21:00, el cierre correrá a cargo del marchenero Isaac Cruz.
Paralelamente, durante los tres días se desarrollará también la programación del Bar Cepo y El Bar Leño. El parque de atracciones, instalado en el CEIP Ángeles Cuesta, estará operativo todos los días.
Los Húngaros actúan el Viernes 23 de mayo, que ha ganado popularidad con su sencillo «Enamórate», lanzado el 1 de marzo. Su estilo combina elementos del pop y la música latina, ofreciendo un repertorio bailable y enérgico.
Durante siglos, esta frase ha resonado en escuelas místicas, espirituales y filosóficas. Pero hoy, la neurociencia empieza a darle forma y fundamento empírico, gracias a voces como la de Nazareth Castellanos, doctora en medicina y neurocientífica, directora de la Cátedra Extraordinaria de Mindfulness y Ciencia Cognitiva de la Universidad Complutense.
En una reciente conferencia en la Universidad Popular de Logroño, Castellanos compartió con rigor y belleza una idea que está transformando la ciencia contemporánea: el corazón, más que un mero músculo, participa activamente en la construcción de nuestra percepción. Y con ello, nos da una clave para comprender por qué nuestra mirada sobre el mundo está teñida por nuestras emociones, memorias y estado interno.
El corazón habla al cerebro
Uno de los hallazgos más fascinantes presentados por Castellanos es que el 80% de las fibras del nervio vago —el principal canal de comunicación entre el cuerpo y el cerebro— van del corazón al cerebro, y no al revés. Cada latido es una señal eléctrica que el cerebro recoge y traduce. No es un circuito cerrado: es un diálogo.
Esa señal eléctrica activa zonas clave del cerebro:
La ínsula, donde se gesta nuestra identidad: la idea de quién soy yo.
La amígdala, sede de las emociones.
La corteza cingulada, el puente entre lo inconsciente y lo consciente.
Es decir, el corazón no solo late: también informa, condiciona, participa.
La percepción no es neutra: es emocional
Según Castellanos, cuanto más responde el cerebro a los latidos del corazón, más pensamos desde nosotros mismos. Y eso es una pista reveladora: vemos el mundo según cómo somos, cómo nos sentimos, cómo está latiendo nuestro interior.
En experimentos recientes, se ha observado que:
Cuando el corazón está alterado, la percepción del entorno se vuelve más reactiva, defensiva o distorsionada.
En estados de coherencia emocional (por ejemplo, meditación), el cerebro reduce su respuesta al corazón, y la percepción se vuelve más abierta, menos centrada en el ego.
El cuerpo entero piensa
Ya no es sostenible la imagen clásica del cerebro como único órgano pensante. Hoy sabemos que la mente está distribuida: intestino, pulmones, músculos, piel y, especialmente, el corazón participan activamente en la construcción de la experiencia.
“La postura, la respiración o el ritmo cardíaco modifican lo que percibimos, recordamos o decidimos”, explica Castellanos.
En su laboratorio, ha medido incluso la sincronización de corazones entre personas: al bailar, al meditar juntos, al mirarse madre e hijo a los ojos. Nuestros cuerpos no están aislados: están en relación constante, incluso sin palabras.
Implicaciones: cultivar lo que sentimos para cambiar lo que vemos
Esta nueva ciencia, que Castellanos llama “interoceptiva”, no solo cambia la forma en que entendemos la mente. Cambia también nuestra responsabilidad:
“Si el corazón participa en lo que percibo, debo cuidar lo que cultivo en él”, dijo con fuerza. «¿Qué semillas estoy plantando en mi corazón?», preguntó, recordando una frase de san Agustín.
La ciencia de hoy confirma lo que el saber tradicional ya intuía: las emociones no son un añadido a la razón, sino su base. La percepción no es objetiva, sino interpretada. Y la clave de esa interpretación está en el estado interior del observador.
La ciencia —recordaba Castellanos— es un sistema que da datos, pero luego tiene que callar. Lo que hacemos con esos datos, cómo los integramos en una vida más consciente, más humana, es tarea del pensamiento, del arte, de la espiritualidad.
Y ahí, la frase que abre este artículo recupera su vigencia, ya no como metáfora, sino como verdad científica: No vemos el mundo como es sino como somos.
Hay platos que alimentan el cuerpo, y hay otros que alimentan la memoria. El gazpacho pertenece a esta última estirpe: no es solo una receta, es una alquimia sencilla que encierra la historia de un pueblo entero en un cuenco de barro. Porque el gazpacho de antaño se hacia con una machacadera de madera en un recipiente de barro cuyo principal ingrediente es lo que ahora escasea: alma y corazón. Dos elementos imposibles de comprar.
Mucho antes de que la ciencia descubriera las bondades del gazpacho para la salud, las manos moriscas, con hambre de sombra y frescor, domesticaban el agua a través de acequias, albercas y aljibes con la misma pericia que mezclaban pan duro, vinagre, agua y aceite en un mortero. No había tomates todavía —porque aún no habían llegado de América— pero ya existía desde tiempos romanos una sopa fría a bvase de pan, que ya usaban los legionarios refrescar el alma en mitad del sol.
Lo que la ciencia dice es que el gazpacho tradicional muestra actividad antitumoral frente a células de cáncer de colon. El gazpacho, es capaz de detener el crecimiento e incluso inducir la muerte programada (apoptosis) de células tumorales de colonen laboratorio. El efecto beneficioso es mayor cuando se consume gazpacho fresco y recién preparado.
Con el tiempo, la huerta fue incorporando nuevos colores: el rojo del tomate americano que vieron por vez primera las tierras sevillanas y gaditanas de Rota, Chipiona o Los Palacios, el verde del pimiento, la acidez de la cebolla, el frescor del pepino. Y así, lo que empezó como un plato de pobres se convirtió en el oro líquido de los veranos andaluces.
La primera ciudad española que acogió el tomate y el resto de alimentos americanos, fue Sevilla, en torno a 1540, debido a su papel como principal puerto de llegada de mercancías procedentes de América.
En 1608, existen documentos en forma de listas de la compra para el Hospital de la Sangre en Sevillaque indican la presencia de tomates y pepinos, primera referencia escritas sobre el uso del tomate en Andalucía.
Entre 1645 y 1646, el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo realizó la obra «La cocina de los ángeles», donde se muestra la preparación de un plato con tomates, lo que evidencia su presencia y uso en la cocina sevillana de la época
El gazpacho no solo es una joya culinaria, es una herencia. Cada casa guarda su secreto, cada abuela tenía y tiene su medida, cada familia su rito. Y así, el gazpacho se convierte en algo más que un alimento: es un espejo donde nuestra memoria se reconoce.
Antes de la epidemia de prisa, se sacralizaba lo cotidiano. Hoy, en cambio, vivimos de urgencias y pasillos refrigerados. Hemos cambiado la acequia por el lineal del supermercado. Ya no se suda ni se nos pasa por el alma y la memoria el gazpacho: se compra.Ya no se concelebra el ritual del mortero: se agita la botella. Ya no se dice ni se piensa:
Bendito seas, tomate, fruto del sol y de la paciencia, devuelvenos la memoria de lo que somos. Bendito seas, pan, hazte cuerpo de este alimento, como se hizo el trigo alimento del mundo. Bendito seas, vinagre, pulso de antiguas bodegas, alma de madera. Bendito seas, pimiento frescor de alborada, danos perfume aen el corazón del verano.
Bendito seas, aceite padre, oro líquido que alumbraste templos en Jerusalén y mesas en Iberia. Símbolo de paz, y de luz, tráenos tu suavidad sagrada. Y bendita seas, madre agua, melodía madre, puente, origen. Damos gracias a quienes sembraron, segaron, quienes molieron, amasaron. Amén, y que no falte.
El gesto antiguo de abrir surcos en la tierra ha sido sustituido por el automatismo de mover una mano y echar gazpacho de un envase.Ya que Andalucia es diálogo entre lo popular y lo culto cabe preguntarse qué dirían dos sabios andaluces como Quintero y Gala, y sobre todo nuestros abuelos ante esta escena.
—Jesús, ¿tú sabes que este gazpacho de bote tiene más química que un amor de verano? —pregunta Antonio Gala, mirando de reojo un bote de gazpacho premium edición limitada en la estantería de un supermercado en la misma tierra que no hace mucho fue huerta.
—Yo no quiero ese gazpacho, Antonio —responde Quintero.
-¿De que hablan?. Preguntan dos labriegos Antonio y lola, que pasaban por alli.
—¡El gazpacho del supermercado, hijo! Que tiene más conservantes que verdades una campaña electoral.
Él, con la cara curtida como un sarmiento viejo. Ella, con el delantal aún perfumao de pimiento y ajo. Observan la escena con esa mezcla de guasa y tristeza que solo se ve en los pueblos que han visto morir su forma de vivir sin que nadie les pidiera permiso.
—¿Has visto tú esto, Lola? —dice Antonio, meneando la cabeza—.Donde antes abríamos acequias, ahora se abren plásticvos y avanzan como autómatas entre carritos de compra.Antes sudábamos el gazpacho, ahora lo enfrían otros en fábricas a mil kilómetros.
—¡Y lo venden como “auténtico sabor andaluz”! —salta Lola—. ¿Qué va a saber esa gente de gazpacho, si no ha plantao un tomate en su vida?.
—Yo sí que hacía gazpacho auténtico —añade con arte—. Bajo el olivo, al mediodía, mientras mi padres y mis hermanos segaban el campo y yo, con el lebrillo, hacía el gazpacho.
—¡Eso era arte! —grita Antonio, sin vergüenza—. Ahora, que hay que escanear un código pa saber si el gazpacho lleva algo que crezca en la tierra.Lo que lleva este cartón es poca vergüenza.
—El consumismo salvaje, queridos —interviene Gala, ajustándose la chaqueta como quien se prepara para una misa—, no solo nos quitó el ritmo de vida en el campo: nos quitó el paladear una buena conversación, el tiempo y hasta la sombra del olivo. A cambio, nos dio climatización, fechas de caducidad, hipotecas… y silencio.
A todos esos que sienten que perdieron su alma y su esencia, y están en busca yo les recomendaría que fueran a Montepalacio a comerse un gazpacho despacio y escuchen.