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Acupamar se muestra en contra de la colocación de césped artificial junto a la muralla almohade

El Ayuntamiento de Marchena ha colocado césped artificial junto a la muralla almohade pese a la opinión contraria de expertos y asociación de Patrimonio de Marchena.

Acupamar ha emitido un comunicado en el que rechaza la colocación de césped artificial y piedra de granito junto a la muralla almohade de Marchena, dentro del Proyecto de Urbanización de la zona amurallada de la carretera de los poyetes cercana al Portillo. La colocación de césped artificial y granito junto a la muralla fue anunciada por el Ayuntamiento en declaraciones RTVM de la propia Alcaldesa y arquitecta municipal.

Acupamar en dicho escrito recoge el desacuerdo de «personas relacionadas con la arquitectura y el urbanismo, el desacuerdo con esta idea. La Asociación de Defensa del Patrimonio indica que le llama «la utilización del césped artificial, del granito como pavimento y la infravaloración de la actuación en relación al entorno de un Bien de Interés Cultural (BIC)».

Acupamar expresa que «no nos parece una decisión acertada la elección de parterres artificiales constituidos en su mayoría por rollos de césped artificial. El único beneficio que se vería a corto plazo es la del mantenimiento. Esta obra de urbanización podría ser una oportunidad para plantar

especies arbustivas y árboles autóctonos que contextualicen el proyecto en su entorno. Con ello se podría alcanzar una simbiosis entre el Patrimonio cultural y la vegetación autóctona».

«De la misma manera nos parece desacertada la elección de un pavimento de granito en esta ubicación. Sería más oportuno emplear materiales autóctonos como podrían ser la caliza, la arenisca, el barro cocido o incluso pavimentos de cantos rodados. Con ello se conseguiría una gama de colores más respetuosa con el monumento, más armonía y neutralidad entre monumento y entorno» expresa el comunicado de la Asociación de Defensa del Patrimonio marchenero.

«Estamos dentro de un Bien de Interés Cultural (BIC) y se deben cuidar y sopesar con tranquilidad y reposo todas y cada una de las actuaciones que se lleven a cabo dentro de su entorno. Es importante independizar el uso de los materiales de esta obra de urbanización de otras de menor entidad dentro del municipio. Desde Acupamar no entendemos por qué este tipo de intervenciones no se someten a un Concurso de Ideas entre los profesionales del urbanismo, el paisajismo y la arquitectura. Pensamos que todo ese reacondicionamiento del entorno de El Parque y la Muralla debería formar parte de un Proyecto más amplio de actuación en toda la zona de El Parque a la que pertenece el espacio que está en proceso de reurbanización. Y ello en consonancia tanto con el uso que debe tener ahora como con el uso histórico que tuvo como finca de recreo del Palacio» indica el comunicado de la Asociación. «Si así fuera, con toda seguridad, no cabría este tipo de actuaciones» añade.

«Por otra parte, con echar un vistazo a las poblaciones cercanas y al tratamiento que se le ha dado al entorno (por ejemplo la muralla de la Macarena, en Sevilla) sería suficiente. Todo lo anterior está de acuerdo con lo que se recoge por diferentes organismos internacionales».

La Carta de Atenas para la Restauración de Monumentos Antiguos de 1931, en su artículo 7 dice “la Conferencia recomienda respetar, al construir edificios, el carácter y la fisonomía de la ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos antiguos, donde el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial. Igualmente se deben respetar algunas perspectivas particularmente pintorescas. Objeto de estudio, pueden ser también las plantas y las ornamentaciones vegetales adaptadas a ciertos monumentos o grupos de monumentos para conservar el carácter antiguo”.

El Informe final de la reunión sobre Conservación y Utilización de Monumentos y Lugares de Interés Histórico y Artístico (Normas de Quito, 1967) en el apartado VI.2 dice que “poner en valor un bien histórico o artístico equivale a habitarlo en las condiciones objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus características y permitan su óptimo aprovechamiento(…)”.

La nueva arquitectura debe ser coherente con la organización espacial del área histórica y respetuosa con su morfología tradicional, todo ello sin renunciar a expresar los modos arquitectónicos de su tiempo. Independientemente de su estilo y medios de expresión, toda nueva arquitectura deberá evitar los efectos negativos de contrastes drásticos o excesivos, las fragmentaciones y las interrupciones en la continuidad del entramado urbano (…)”.