La «Biblia del Oso» o Reina Valera es la primera traducción completa de la Biblia al español realizada por el fraile Casiodoro de Reina y mejora por Cipriano valera los dos extremeños y frailes Jerónimos de Sevilla huidos de España para publicar su obra en 1569. Dada su naturaleza protestante, su posesión en la España católica de esa época era arriesgada y potencialmente peligrosa.
A lo largo de la historia de la iglesia surgieron varios movimientos para recuperar la pureza del mensaje original de Cristo y en defensa de la idea de que el hombre puede comunicarse con Dios por si mismo y con la sola ayuda de la biblia buscando recuperar la pobreza y humildad de la iglesia frente a lo que consideran corrupción y exceso de la iglesia oficial de Roma. Lo primero que hicieron los protestantes fue traducir la biblia a los idiomas de cada pais para que la gente pudiera saber qué decía. La primera biblia en español se tradujo en Sevilla por Reina.
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La Biblia Reina Valera no incluye los libros deuterocanónicos, que son aceptados en la Biblia Católica. Estos libros adicionales en la Biblia Católica son Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, 1 y 2 Macabeos, y partes de Ester y Daniel.
Interpretación y notas: Las ediciones católicas a menudo incluyen notas y comentarios que reflejan la interpretación de la Iglesia Católica, mientras que las ediciones protestantes como la Reina Valera tienden a ser más literales y menos interpretativas en sus notas.
Sevilla, como importante puerto comercial, estaba expuesta a las ideas reformistas que se estaban propagando en Europa durante el siglo XVI. Estas ideas llegaron a través de libros y viajeros que transitaban por la ciudad.
La conexión entre los judíos, los conversos y los protestantes a través de la Orden Jerónima en Sevilla se debió a una combinación de factores, incluyendo la presencia de conversos interesados en las ideas reformistas, la diseminación de las ideas reformistas en la ciudad y la persecución religiosa que impulsó a algunos a explorar nuevas creencias religiosas. Esta conexión histórica es un ejemplo de cómo los contextos locales y las interacciones entre diferentes grupos pueden influir en el desarrollo de movimientos religiosos y teológicos.
Muchos conversos judíos y sus descendientes, enfrentaron persecución y sospechas de mantener prácticas judías en secreto. Algunos de estos conversos se sintieron atraídos por las ideas protestantes, que promovían un retorno a las Escrituras y una crítica a ciertas prácticas de la Iglesia Católica.