Factores psicológicos, familiares, sociales y económicos juegan un papel importante en la aparición de este estado emocional. Además, el trastorno afectivo estacional, que surge debido a la menor exposición a la luz solar durante los días cortos y oscuros del invierno, también contribuye a este fenómeno. La disminución de luz reduce la producción de hormonas como la melatonina y la serotonina, esenciales para el equilibrio emocional.
Los expertos recomiendan buscar alternativas para combatir la «depresión blanca». Actividades como salir al aire libre, exponerse al sol para obtener vitamina D, disfrutar momentos de calidad con seres queridos y, en caso necesario, consultar a un profesional de la salud mental, pueden marcar una diferencia significativa.
La Navidad no siempre es fácil para todos, pero con estrategias adecuadas, es posible afrontar estos desafíos emocionales y encontrar bienestar durante la temporada festiva.